Presidencia de la Nación

Misiones, 8.46 AM


Bernardo de Irigoyen, Misiones

Carlos conoce el trabajo en la frontera desde chico porque su papá es retirado de gendarmería. Nacido y criado en Bernardo de Irigoyen, Misiones, hace catorce años que trabaja en el Senasa.

Carlos Ávalos en la frontera en Misiones
Carlos Ávalos en la frontera en Misiones

Este ingeniero agrónomo sabe que la frontera no es fácil porque en Misiones, la Argentina cuenta con 27 kilómetros de frontera seca con Brasil.

Carlos trabaja junto a otro ingeniero inspector certificante y un paratécnico: “somos tres en total, también colaboramos en otras tareas, como el control del HLB. Hay que hamacarse, pero hacemos el trabajo”, cuenta.

La oficina del Senasa se encuentra en el Área de Control Integrado con Brasil, donde se trabaja con otros organismos nacionales (Aduana, Gendarmería, Migraciones) y sus pares brasileros, y asegura que “la relación es buena, directa, tenemos reuniones bilaterales. Las asperezas son parte del trabajo”. Dice que pueden comer un asado juntos, pero de fútbol, es del único tema que no hablan.

Para las mercaderías que ingresan o egresan de nuestro país, los agentes del Senasa deben coordinar con Brasil. Carlos cuenta que “cuando es una importación tenemos más resguardo del que ya tenemos, como en el control de ananá, de mamón, mango, jengibre, entre muchos otros. En la inspección de banana verificamos que esté libre de opogona sacchari, una plaga cuarentenaria, que no está presente en nuestro país. Si llega a entrar, se puede producir daños en nuestras bananas o en otro cultivos”.

"Creo que la gente en general está más enterada de lo que somos, de las funciones. Antes nos relacionaban sólo con la parte animal. Hay camioneros que conocen y traen la documentación que necesitan, se conocen más los procedimientos en la frontera, porque vienen informados por la página web."

Carlos Ávalos

Gracias al trabajo en el Senasa conoció muchas provincias de la Argentina y tuvo oportunidad de viajar dos veces a Brasil. Por eso él siente que el Senasa le dio mucha fuerza y pudo conocer gente que no se hubiese imaginado.

Carlos cree que en estos últimos años el Senasa mejoró en muchas cosas: “hoy (en diciembre de 2018) tuve una reunión con los otros organismos que estamos en la frontera. Creo que la gente en general está más enterada de lo que somos, de las funciones. Antes nos relacionaban sólo con la parte animal. Hay camioneros que conocen y traen la documentación que necesitan, se conocen más los procedimientos en la frontera, porque vienen informados por la página web”, revela Carlos, que espera estar mejor en el futuro porque asegura: “vivo el Senasa todos los días”.

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