CABA, 4.30 AM
Aeroparque Jorge Newbery, Ciudad de Buenos Aires
Los pasajeros que eligen viajar por vía aérea ya sea por vacaciones, por trabajo, o por otra razón, eligen llevar a sus mascotas. Existen otros movimientos de ingreso o salida que son llamadas cargas comerciales, por ejemplo: productos de origen animal y subproductos. Hay un universo enorme de causas por las cuales es necesario embarcarse y encontrar a los agentes del Senasa. Uno de ellos es Pablo Albertus, que hace siete años que trabaja en el Aeroparque Jorge Newbery, en la Ciudad de Buenos Aires y tiene diecinueve años en el organismo.
“El trabajo en aeroparque es muy dinámico porque cambia todos los días: nunca sabes con qué te vas a encontrar. Los pasajeros y usuarios traen sus cosas, sus vivencias, y vemos las distintas situaciones particulares, desde el dolor más profundo que es viajar por un funeral hasta viajar por un festejo. No es lo mismo quien lleva a su mascota porque se muda o va de vacaciones que otra que necesita vender un animal”, cuenta Pablo.
Y agrega: “me parece interesante cruzarme con estas variantes. Hay que entender a las personas y comprender su lenguaje. Los años de experiencias me ayudaron a detectar y darme cuenta cuando alguien quiere esquivar el control”. Pablo pone en práctica una serie de herramientas para leer y visualizar a las personas, les explica, les habla para, al menos, lograr que se vaya conformes y acepten las disposiciones del organismo.
Trabaja con un equipo de catorce personas que cubren todos los turnos en todas las semanas y en estos días, en plena temporada de verano, reciben ayuda de otros agentes. Todos cooperan entre sí: hay Resoluciones del Senasa en cuanto a productos que están prohibidos en el ingreso al país o para movilizar dentro de Argentina y muchas veces hay dudas, que resuelven entre todos. Pablo colabora, desde su lugar, en entrenar a los otros en la atención al público.
El año pasado, el equipo del Senasa que trabaja en aeroparque incorporó dos veterinarios, que colaboran con la documentación que requieren las mascotas (Certificado Veterinario Internacional) y los animales que viajan y la revisión de sus condiciones sanitarias.
"Si logramos más uniformidad en la información, los pasajeros van a estar más conformes, así no hay desentendimiento. Si buscamos entre todas soluciones intercambiando ideas y conocimiento vamos a lograr el fortalecimiento del organismo."
Pablo Albertus
“En enero de 2018 realizaron 36 trámites con mascotas. A fin de año, terminamos casi con 600 certificados emitidos. Noto un crecimiento de la oficina, apuntamos a mejorar y a aprovechar el potencial” y por eso Pablo espera poder trabajar cada vez más en conjunto con las otras oficinas y tratar de aportar un granito de arena para que crezcan todas de la misma manera con el mismo potencial.
Por eso piensa que “si logramos más uniformidad en la información, los pasajeros van a estar más conformes, así no hay desentendimiento. Si buscamos entre todas soluciones intercambiando ideas y conocimiento vamos a lograr el fortalecimiento del organismo, esa creo que es la meta del centro regional y del organismo”.