Desde la playa sólo vemos el borde, pero los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra, llegan a profundidades de más de 6000 metros, y contienen el 97% del agua de nuestro planeta. ¿Sabías que el hombre llegó antes a la luna que al punto más profundo del océano? A pesar de los avances científicos, gran parte del océano sigue siendo un misterio, ya que se estima que sólo alrededor del 20% de éste ha sido explorado.

Los océanos son un enorme ecosistema interconectado que regula el clima y el ciclo del agua en la Tierra. El agua del océano está en constante movimiento, y no sólo en forma de olas y mareas que podemos apreciar desde nuestra playa. Alrededor del planeta Tierra, las corrientes oceánicas fluyen como si fueran ríos salados gigantes, algunas por la superficie, y otras por las profundidades del océano. Estas corrientes juegan un papel importante en regular la temperatura del planeta ya que funcionan como cintas transportadoras de calor del ecuador hacia las latitudes subpolares y polares, y de la superficie hacia las profundidades. Además son de importancia crítica para la vida marina ya que transportan nutrientes y alimentos a los organismos que viven permanentemente en un lugar y ayudan a transportar vida marina a nuevos lugares. 

El Mar Argentino tiene una extensión de más de 2,5 millones de km2 y está dominado por la Corriente de Malvinas, una corriente de agua fría que recorre el talud continental a lo largo de 1800 km, desde el pasaje de Drake (que separa América del Sur de la Antártida) hasta aproximadamente la latitud de Mar del Plata. La Corriente de Malvinas es una corriente rica en oxígeno y nutrientes que fertiliza nuestro mar y de este modo sostiene a uno de los ecosistemas marinos de mayor productividad biológica del mundo. El Mar Argentino es el resguardo de nuestra vida, y a su vez nuestra última gran frontera, un lugar donde aún queda mucho por descubrir y explorar.

Desde el Programa Dinámica del Plancton Marino y Cambio Climático del INIDEP estudiamos diversas propiedades físicas (temperatura y la salinidad), químicas (como oxígeno y nutrientes) y biológicas (abundancia y diversidad del plancton) en sitios fijos del mar que visitamos frecuentemente, a fin de evaluar los cambios naturales y los posibles cambios producidos por acciones humanas. Dichos sitios se denominan series temporales ecológicas marinas: la “Estación Permanente de Estudios Ambientales” (EPEA) en la Plataforma Bonaerense, “El Veril del Banco de Afuera” en el sector costero de Mar del Plata y las secciones “COSTAL” (de la COSta al TALud) en la Zona Común de Pesca Argentino Uruguaya.