Presidencia de la Nación

Inversiones, cooperación internacional y política ambiental


Inversiones

La producción de hidrógeno a gran escala es una actividad intensiva en capital, que presenta grandes incertidumbres por ser un mercado en construcción, donde se generan altas expectativas en las fases iniciales de estos nuevos negocios. El acceso al financiamiento para concretar inversiones de capital y tecnología es un factor relevante para la competitividad. Por ello, la definición de la ENH junto con un marco normativo de incentivos y previsibilidad para la localización de inversiones productivas y la transferencia de tecnología, acelerará y aumentará el número de proyectos necesarios para consolidar la economía del hidrógeno.

Metas de Inversiones

El monto esperado de inversiones compatible con la producción esperada se ubica en torno a los 90.000 millones de dólares.

En este sentido, resulta fundamental una política activa de búsqueda de inversiones y promoción de las oportunidades que ofrece el país que permita instalar a la Argentina en los mercados mundiales como proveedor seguro y confiable de hidrógeno, amoníaco y combustibles sintéticos de baja emisión.

Ante la inexistencia de una demanda consolidada, la primera etapa debe enfocarse en detectar socios estratégicos para financiar plantas piloto que permitan probar tecnología en entornos reales y demostrar la competencia técnica y económica. En una segunda etapa se deberá profundizar con acciones de posicionamiento, presencia y participación en licitaciones y concursos para contratos de aprovisionamiento futuro, como así también la promoción de la asociación y cooperación con empresas e instituciones que provean a los mercados demandantes.

Se deberá continuar con la formación del cuerpo diplomático y otras áreas para representar al país en rondas de inversión y/o en foros comerciales relacionados, a fin de fortalecer alianzas estratégicas con socios externos para la producción y/o el desarrollo de tecnología vinculadas con la cadena de valor.

Por su parte, cada vez es mayor el volumen de financiamiento destinado a proyectos de transición energética. Los bancos multilaterales de desarrollo están trabajando fuertemente en la adecuación de sus carteras en este sentido. Entre ellos, el BID adoptó una política para no financiar proyectos asociados al aumento de emisiones; el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) tiene como objetivo que el 40% de su cartera sea verde para 2026; el Banco Mundial está revisando sus objetivos; y los principales fondos de inversión a nivel global también están en proceso de descarbonizar sus carteras.

Acciones para promoción de las inversiones

  • Capacitar al cuerpo diplomático argentino con información para la difusión internacional de los proyectos carbono neutrales.
  • Identificar necesidades y requerimientos tecnológicos e industriales a fin de diseñar hojas de ruta que guíen el accionar de las representaciones argentinas en el mundo para contribuir en el desarrollo del ecosistema tecnológico-industrial argentino de la economía del hidrógeno de bajas emisiones.
  • Identificar mercados emisores de Inversión Extranjera Directa (IED) destinada a proyectos carbono neutrales, junto con el diseño de planes y estrategias para captar tales flujos de inversiones.
  • Promover inversiones y acuerdos de cooperación para la fabricación de electrolizadores, y/o sus partes y piezas, así como de los bienes de capital para los sistemas e infraestructuras de almacenamiento y transporte de hidrógeno y derivados.
  • Promover transferencia de tecnología, como también infraestructura.
  • Promover inversiones nacionales y/o transfronterizas para la construcción de infraestructura y proyectos de hidrógeno de bajas emisiones.
  • Consolidar el papel del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto como entidad interlocutora pública frente a potenciales inversores en hidrógeno de bajas emisiones. Ampliar y fortalecer una estrategia de comunicación para transmitir confiabilidad y estabilidad para los proyectos de inversión.
  • Impulsar la suscripción de contratos de aprovisionamiento de largo plazo que contribuyan a la estabilidad y previsibilidad de la economía del hidrógeno bajo en emisiones en nuestro país.
  • Impulsar acuerdos bilaterales con países demandantes de hidrógeno de bajas emisiones para el desarrollo de infraestructura para su exportación.
  • Fomentar el acceso a los mercados de carbono de los proyectos de hidrógeno.

 

Política ambiental

La producción de hidrógeno de bajas emisiones a gran escala persigue objetivos de mitigación ambiental, porque apunta a las reducciones de GEI, pero puede producir efectos adversos sobre el ambiente y las comunidades, como el cambio en el uso del suelo y del paisaje, pérdidas de biodiversidad, estrés hídrico, fragmentación de hábitats, aumento de la contaminación y otras afectaciones socio-culturales. En el caso del hidrógeno azul se incorpora la posibilidad de que se generen emisiones fugitivas en sitios de almacenamiento de CO2.

Estos potenciales efectos deben ser evaluados para asegurar un desarrollo sostenible de la actividad. La construcción de acuerdos, incorporando las voces de las comunidades locales de forma temprana en la toma de decisiones, es una acción clave para potenciar oportunidades y mitigar riesgos asociados a la implantación de los proyectos.

Metas de política ambiental 2030 - 2050

Argentina se propone desplegar una economía del hidrógeno de bajas emisiones consistente con un desarrollo sostenible que contemple la protección del ambiente y la política climática nacional. Las metas de producción de hidrógeno establecidas en esta estrategia nacional contribuirán a atender las demandas del mercado doméstico y extranjero, convirtiendo al país en un aliado para la descarbonización global.

En vistas a establecer un marco de sostenibilidad de la ENH, se ha puesto en marcha una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) para: (i) proveer una mayor consistencia entre los objetivos productivos y las metas ambientales, en el marco del cumplimiento de la normativa ambiental vigente; (ii) generar condiciones de mayor certidumbre a las potenciales inversiones, estableciendo las bases para las Evaluaciones de Impacto Ambiental que deben afrontar los proyectos individualmente; y (iii) elaborar propuestas de zonificación potencial para la radicación de polos productivos. La implementación de esta herramienta es consistente con la adhesión de la República Argentina al Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (más conocido como “Acuerdo de Escazú”).

Hacia el año 2030, Argentina habrá revisado y, en caso de ser necesario, ampliado el alcance de la EAE a otros territorios y tecnologías, con el objetivo de generar mejores condiciones y prácticas en términos de comunicación y participación pública.

Acciones para construir un marco de sostenibilidad

  • Implementar la EAE y un plan de seguimiento para futuras revisiones.
  • Promover la participación, comunicación y sensibilización vinculada a la producción de hidrógeno de bajas emisiones en el territorio nacional.
  • Incorporar la participación de proyectos de hidrógeno en la implementación de la Estrategia Nacional de Uso de Mercados de Carbono.
  • Sumar en el esquema de certificación de origen herramientas que permitan estimar la contribución del hidrógeno de bajas emisiones a la mitigación al cambio climático y a los desafíos del desarrollo sostenible.
  • Identificar vacíos normativos e impulsar la creación de las regulaciones necesarias para una gestión ambientalmente segura y eficiente del hidrógeno y sus derivados, así como de los sitios de almacenamiento.

 

Agenda de cooperación internacional y regional

América Latina se posiciona como potencia exportadora de hidrógeno. Se prevé que la región pueda dar respuesta a más del 30% de la demanda de Europa y Asia. Ante este escenario, la articulación y cooperación por parte de Argentina con otros países de la región y sus socios del MERCOSUR será un elemento clave. Algunos ejemplos de espacios para la coordinación regional son las certificaciones armonizadas del hidrógeno y el desarrollo de estándares técnicos, ambientales y de seguridad compatibles; la infraestructura conjunta y la complementación en las redes de proveedores.

Asimismo, el hecho que nuestro país esté alejado de los principales puntos de conflicto globales, habite en una zona de paz, con gobiernos democráticos hace 40 años y mantenga una convivencia amistosa y colaborativa con sus vecinos, sumado a la relación cooperativa con las principales economías del mundo, potencia a la Argentina y a la región como una opción confiable como proveedor de energía a través del hidrógeno.

El país cuenta con una larga trayectoria de cooperación en la región y otros socios, como Alemania, Japón, entre otros. En el marco del Mercosur, la cooperación con Brasil es de gran relevancia por sus lazos como socios comerciales, las similitudes en sus matrices industriales y su desarrollo técnico-científico.

Avanzar en proyectos de colaboración para maximizar el potencial de las diversas fuentes de energía renovable disponibles en la región será un eje estratégico en materia de cooperación. Existen diversas oportunidades de aprovechamiento basadas en la capacidad de interconexión en la región, entre ellas la posibilidad de adaptar los gasoductos existentes entre Chile y Argentina para transportar hidrógeno como parte de una red que permita exportaciones regionales a través de los puertos del Pacífico y del Atlántico hasta la red de gasoductos existentes y en vías de ampliación.

La dinámica de articulación y complementación fortalecerá propuestas de valor para la fabricación de partes, componentes o ensamblado de equipos en un espacio regional, procurando alcanzar mayores niveles de integración vertical, conformando cadenas de valor a través de economías de escala que sean atractivas para los inversores y generen valor agregado en la región.

Además, será importante una coordinación regional para aumentar la capacidad de influencia en los procesos de intercambio y definición de los estándares, requisitos y condiciones que se establecerán como ingreso a los mercados internacionales, en la medida que estos países como potenciales exportadores puedan establecer criterios que potencien su competitividad a futuro.

Acciones para fortalecer la cooperación internacional y regional

  • Consolidar la participación de Argentina en los foros internacionales y demás instancias de cooperación relacionadas con hidrógeno y/o transición energética.
  • Utilizar la red de acuerdos comerciales de Argentina, su participación en plataformas internacionales y sus relaciones diplomáticas para movilizar recursos humanos y materiales que aceleren el despliegue de la economía del hidrógeno de bajas emisiones en el país.
  • Promover acuerdos para la complementación y desarrollo de proveedores regionales.
  • Coordinar con los países de la región estrategias productivas, normativas y comerciales dirigidas a atraer IED, aprovechando los marcos institucionales y políticos de la integración regional.
  • Trabajar en forma conjunta con los socios del MERCOSUR en los procesos de definiciones técnicas relacionados con las certificaciones y normas técnicas en materia de hidrógeno, su transporte y utilización.
  • Impulsar acuerdos internacionales para la cooperación y transferencias de tecnología para la industria del hidrógeno y potenciar las redes de cooperación científico tecnológica existentes.

 

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