La apicultura argentina, una actividad tradicional y noble, se ha convertido en un protagonista esencial en el mercado mundial. Argentina se destaca como uno de los principales productores y exportadores de miel, gracias a sus ventajas comparativas naturales, como una oferta floral autóctona rica y una diversidad climática que permite la producción de miel de alta calidad reconocida internacionalmente.

Este sector, compuesto por 15.300 pequeños apicultores distribuidos en 22 provincias, genera más de U$S 200.000.000 en divisas anuales. Pese a esta impresionante cifra, la miel argentina sigue siendo percibida en el mercado internacional como un producto con poca diferenciación. Esta percepción, aunque desafiante, también representa una oportunidad para los productores argentinos. En un contexto global donde los consumidores valoran cada vez más los productos diferenciados por su calidad, origen botánico y geográfico, Argentina tiene el potencial de incrementar significativamente sus ventas al ofrecer mieles diferenciadas y de alta calidad.

La apicultura se presenta como una valiosa oportunidad para diversificar la producción agropecuaria, impulsando actividades complementarias como la fruticultura, horticultura y el cultivo de oleaginosas. Este sector no solo enriquece la oferta productiva, sino que también fomenta el desarrollo rural, abriendo puertas a servicios adicionales como el turismo receptivo y las rutas alimentarias.

Sin embargo, la tendencia global hacia la demanda de productos diferenciados por su calidad, origen botánico, geográfico y denominación de origen (DO) ofrece a Argentina una oportunidad única. Al capitalizar estas características distintivas, el país tiene el potencial de incrementar el valor de sus productos apícolas entre un 15% y un 30%.

Este enfoque no solo promete mejorar la cotización de la miel argentina en los mercados internacionales, sino que también contribuye significativamente al desarrollo regional. El aumento en la demanda de productos diferenciados impulsa la creación de empleos y apoya la conservación de la biodiversidad, haciendo de la apicultura una actividad estratégica para el futuro del agro argentino.

ElInstituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), consciente del potencial de este sector, ha implementado el programa ApiTEC. Con un enfoque federal, ApiTEC busca el desarrollo sostenible de la apicultura en todo el país, aprovechando los conocimientos y capacidades del INTI para mejorar la competitividad de toda la cadena de valor. Este programa promueve la diversificación de la producción, el desarrollo de productos con valor agregado y la transferencia de innovaciones tecnológicas al sector apícola nacional.

ApiTEC ha llevado a cabo numerosas experiencias de trabajo que demuestran la federalización y las capacidades institucionales del sector apícola argentino. La colaboración con el INTI ha permitido a los apicultores argentinos adoptar prácticas innovadoras y tecnológicas, mejorando así la calidad y el valor de sus productos en el mercado internacional.

En el marco del programa ApiTEC, destacamos en esta publicación a cuatro empresas argentinas del rubro miel, cuyas marcas comerciales son: Yunga Andina, Montecitos, El Chelibo y Argenmieles. Estas empresas ejemplifican el compromiso y la innovación del sector, trabajando incansablemente para ofrecer productos de alta calidad que reflejan la rica biodiversidad y el saber hacer argentino.

La miel argentina no solo es un producto; sino también es una historia entrelazada de tradición, naturaleza y tecnología. Con el respaldo de ApiTEC del INTI, la apicultura nacional está preparada para conquistar nuevos mercados y endulzar al mundo.

Julio Ziolo
Responsable de Programa ApiTEC
SORP - Tandil

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