Entre el 15 y el 21 de julio, en la Ciudad de Buenos Aires, las/os investigadoras/es de la Dirección de Gestión del Conocimiento, Investigación y Publicaciones del INAP participaron del 27° Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Ciencia Política (IPSA, por sus siglas en inglés) y del XVI Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP).

En una intensa semana de intercambios académicos, investigadoras/es y docentes de las distintas universidades y centros de investigación del mundo compartieron sus avances de investigación y sus publicaciones más recientes, y debatieron, desde sus campos de conocimiento específicos, sobre los desafíos de las democracias frente a las tendencias en las dinámicas políticas actuales que entretejen las escalas internacional, regional, nacional y subnacional, y que configuran un orden mundial inestable. Ello brindó un espacio para la reflexión sobre el impacto de estas tendencias en América Latina, en general, y en la Argentina, en particular, así como la puesta en juego de hipótesis orientadas a la acción política.

Los temas trabajados durante estas jornadas presentaron una variedad muy amplia de campos de estudios de la ciencia política, entre los que se destacan los paneles que abordaron los problemas del Estado, la administración y las políticas públicas. Además, hubo espacio para la actualización de los marcos conceptuales y metodológicos, y se destaca la renovada apuesta por la interdisciplinariedadypor la revalorización de la producción del conocimiento desde el Sur global, cuya complejidad no «encaja» en buena parte con las categorías analíticas producidas desde los países centrales.

En este marco, las/os investigadoras/es Gustavo Blutman, Horacio Cao, Melina Levy y Alejandra Páez Arena expusieron en la mesa «Escenarios futuros para el Estado y la Administración Pública». Por su parte, Vanesa Ciolli participó de la presentación de dos libros, en los que contribuyó con capítulos de su autoría, y expuso en la mesa «Políticas sectoriales en discusión con organismos internacionales».

Ahora bien, ¿por qué resulta relevante que profesionales del INAP participen de este espacio de intercambio con el ámbito académico? Entre las múltiples respuestas posibles, nos interesa mencionar tres motivaciones principales:

• En primer lugar, la respuesta más obvia se articula con la propia función institucional del INAP, que consiste en la formación y la actualización continua de quienes trabajamos en la administración pública. Se trata de espacios que contribuyen con el aprendizaje y la actualización teórica, conceptual y metodológica que tienen aplicación en nuestras acciones cotidianas de provisión de bienes y servicios públicos, de promoción del acceso efectivo del conjunto de la población a los derechos humanos, de regulación y fiscalización, entre otras. Asimismo, el acercamiento a estudios de caso o investigaciones de política comparada permiten acceder a los hallazgos originales en distintos sectores de políticas, que pueden ser recuperados en los procesos concretos de planificación, seguimiento y evaluación de las acciones estatales.

• En segundo lugar, entendemos que esa relación de aprendizaje no es unilateral, sino que como trabajadoras/es de la Administración Pública tenemos saberes construidos que articulan nuestras trayectorias de educación formal y capacitación laboral con reflexiones situadas sobre las propias prácticas. En este sentido, nuestra participación aporta una mirada del Estado desde el propio quehacer estatal, lo que contribuye a ampliar las dimensiones de análisis que se plantean en los proyectos de investigación predominantemente basados en marcos teóricos producidos en otros contextos.

• En tercer lugar, estos espacios de intercambio pueden pensarse como ámbitos privilegiados para poner en agenda los problemas y las tensiones que debemos (y nos proponemos) resolver quienes trabajamos en la gestión pública, además de poner en debate las fortalezas y los riesgos de las distintas herramientas para su abordaje.

En suma, podemos responder la pregunta sobre el por qué a partir de la intencionalidad política de propiciar y consolidar procesos de retroalimentación virtuosa continua entre el ámbito académico y la gestión pública, en los cuales se entrelacen diferentes tipos de saberes y prácticas situadas, así como a partir del aprovechamiento de los recursos (especialmente humanos) para lograr objetivos concomitantes de investigación y de acción pública orientada al desarrollo inclusivo y sostenible del país.