El maíz es la principal gramínea estival utilizada como cultivo de cosecha gruesa en la región. Dentro de las decisiones de manejo que se pueden adoptar, la fecha de siembra es una de las más importantes y condiciona, entre cosas, el cultivar a utilizar. Cuando estas siembras son tempranas, se intenta aprovechar durante la floración, que es el período crítico del cultivo, los máximos cocientes foto termales (Q).

Estos planteos se limitan a lotes de alta calidad, con buena fertilidad química y con acceso a napa freática, presentando además cierto riesgo ya que las lluvias durante el mes de diciembre no siempre son recurrentes. Las siembras tardías, exploran condiciones de radiación y temperatura de menor potencial, pero existe mayor probabilidad de tener lluvias durante el período crítico, logrando mayor estabilidad en los rendimientos, principalmente en lotes de menor calidad (Andrade y Sadras, 2000).

En este sentido la Agencia de Extensión Rural Bolívar, en el marco de la Red de evaluación de híbridos de maíz del norte de la Provincia de Buenos Aires realizó un experimento de evaluación de híbridos de maíz comerciales y experimentales.

El informe se encuentra disponible en nuestro Repositorio Institucional Biblioteca Digital