Fauna y Flora
En la Antártida no hay animales mamíferos terrestres. En el verano llegan las ballenas las que –al igual que las focas- se alimentan de krill, (un crustáceo similar al langostino de 5 centímetros de largo), también de plancton y de otros crustáceos que se evidencian en los mares antárticos por una coloración rosada.
Por la ausencia de depredadores terrestres, las costas de la Antártida son un paraíso para las aves.
Al sur, anidan pingüinos emperador, el petrel de la Antártida y las gaviotas pardas del Polo Sur, además de otras 40 especies.
De estas aves se destacan los pingüinos, de los cuales sólo dos especies son estrictamente antárticas. Aunque no pueden volar son excelentes nadadores, se alimentan principalmente de crustáceos marinos, y su principal depredador es la foca leopardo, que está siempre lista a darles caza en el agua. Sobre tierra sus enemigos son la Skúa -o gaviota parda- que ataca sus polluelos, y la Paloma Antártica que también circunda los nidos, atenta siempre a sustraerles los huevos que queden provisionalmente abandonados.
Otras aves presentes en la región antártica son los cormoranes, las gaviotas, las golondrinas de mar, los petreles, los albatros. También, el petrel gigante que mide dos metros de extremo a extremo alar.
Hay cinco especies de focas: Ross, Cangrejera, Weddell, Leopardo Marino, y Elefante Marino.
Las ballenas concurren en grandes números durante el verano, procedentes de latitudes medias, donde pasan el invierno para reproducirse.
Las pocas plantas que sobreviven en este continente están restringidas a pequeñas áreas sin hielo. No hay árboles y la vegetación se limita a 350 especies, sobre todo líquenes, musgos y algas. Hay ricos lechos de tal vegetación en partes de la península Antártica, y se han descubierto líquenes en crecimiento en montañas aisladas a 475 km del polo sur.