Otros indicadores de mortalidad
13. Mortalidad innecesariamente prematura y sanitariamente evitable (MIPSE)
Se trata de una adaptación a la mortalidad del concepto de los llamados “trazadores” o diagnósticos centinela. Supone un razonamiento similar al de los indicadores de mortalidad infantil según criterios de reducibilidad, ya que se basa en la presunción de que el número de defunciones por ciertos procesos podría reducirse mediante determinadas acciones de salud.
Consiste en una lista de procesos -acotados según edad- en los que se asume que existe un arsenal de medidas suficiente -preventivas o terapéuticas- para hacerles frente. También se utiliza para comparaciones entre distintas áreas y como indicador de alerta del funcionamiento del sistema de salud.
14. Esperanza de vida saludable
Es un indicador síntesis que combina datos de mortalidad y de morbilidad en una tabla de vida, lo que permite desdoblar los valores de la esperanza de vida total en dos estados de salud complementarios -en buena y mala salud-. En función de los datos de morbilidad utilizados se obtiene la esperanza de vida libre de incapacidad, libre de enfermedades crónicas, en buena salud percibida, etc. Se trata, por tanto, de una familia de indicadores, que se interpretan de forma parecida.
La cifra de esperanza de vida en buena salud al nacimiento que indica la tabla para un año determinado, es el tiempo que -en promedio- puede esperar vivir en buena salud una persona nacida ese año, suponiendo que las condiciones de mortalidad y morbilidad no se modificaran en el futuro.
Dadas las actuales condiciones de aumento importante de la supervivencia, pero con un incremento progresivo de enfermedades crónicas e incapacidad, este indicador es muy interesante puesto que refleja no sólo la cantidad, sino la calidad de la expectativa de vida.
15. Impacto en la pérdida o ganancia en la esperanza de vida de una determinada causa o grupo de causas de defunción
Se han desarrollado métodos que permiten analizar qué causas y qué edades están contribuyendo a la pérdida o ganancia de esperanza de vida entre dos períodos de tiempo.
Puede así cuantificarse en términos de esperanza de vida las pérdidas o ganancias para cada causa estu-diada, grupo de edad y sexo, entre los dos períodos seleccionados.
16. Análisis de tendencias
El estudio de tendencias en mortalidad consiste en el seguimiento de los patrones de mortalidad de las po-blaciones, generalmente, en relación con las varia-bles lugar y tiempo.
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En función del tiempo: permite plantear hipótesis sobre si los cambios en el patrón de mortalidad se deben a diversas variaciones demográficas, historia natural de las enfermedades, servicios de salud, sistemas de información sanitarios.
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En función del lugar: permite las comparaciones regionales e internacionales.
17. Proyecciones
La información sobre la distribución etárea y tamaño de las poblaciones en el futuro tiene importancia para la planificación sanitaria y la provisión de recursos. En este contexto la información sobre las futuras tendencias de la mortalidad y sus causas adquiere gran importancia, a pesar de las limitaciones derivadas de cambios no predecibles de los perfiles de mortalidad en el futuro.
Las proyecciones de mortalidad se calculan, general-mente, mediante dos tipos de métodos:
- Proyecciones basadas en la extrapolación de las tendencias de mortalidad pasadas.
- Proyecciones basadas en la determinación de las funciones de mortalidad en el futuro.
18. Estudios ecológicos
En este ámbito, los estudios de comparación relacionan datos de mortalidad y datos sobre factores de riesgo de morbimortalidad obtenidos de diversas fuentes estadísticas.
En este tipo de estudios hay que tener en cuenta que las relaciones encontradas a nivel poblacional no son extrapolables a nivel individual.