“Ahora en París espero no ser tan iluso”, le confesó el taekwondista Lucas Guzmán a la web de la Subsecretaría de Deportes a pocos días de participar de sus segundos Juegos Olímpicos. En Tokio ganó un diploma al finalizar quinto y ahora, a sus casi 30 años, el representante argentino en esta disciplina se muestra tranquilo, motivado y analiza lo que viene con algunas definiciones del astro del fútbol mundial.

“Hoy la diferencia está en los detalles porque, como dice Messi, todos vemos todo y no hay secretos. Entonces hay que estar atento permanentemente y no distraerse. Llego muy bien, con más experiencia que en Tokio donde cometí algunos errores. Ahora manejo mejor la ansiedad y eso da confianza y seguridad. Estoy en la cuenta regresiva, ya falta poco. Estoy muy motivado”, explicó Guzmán, quien logró la clasificación olímpica en la categoría hasta 58 kilos, hace tres meses en Santo Domingo ante el canadiense Braven Park.

Guzmán no oculta su emoción de cara a la competencia. “Cómo no estar motivado, este es el sueño de todo deportista. Y al conocernos todos el estar fuerte de cabeza es fundamental, sabemos que en estas instancias puede pasar cualquier cosa y que el pronóstico de los favoritos siempre se cae”, remarcó el medallista mundial en Mánchester 2019 (bronce) y tres veces podio en Juegos Panamericanos: tercer puesto en Toronto 2015, campeón en Lima 2019 y segundo en Santiago 2013.

Lucas guarda en su vitrina además otras tres medallas plateadas y una de bronce de campeonatos panamericanos de taekwondo y por si fuera poco el Olimpia de Plata de 2019 y un premio Konex, diploma al mérito 2020. “Estoy disfrutando el camino, voy a dar el máximo”, dijo sonriente y confiado antes de irse del CeNARD el día que el presidente de la Nación, Javier Milei, despidió a los atletas de cara a París 2024. No hizo falta que dijera nada más, pero íntimamente dejó ver su ilusión de que esa vitrina haga lugar a lo que puede ser el logro más importante de su vida.