José Samaniego: “Argentina es la meca y el MICA es una feroz herramienta cultural”
El productor paraguayo brinda su mirada sobre política cultural, el vínculo del sector estatal y privado con la escena musical latinoamericana, la importancia de crear lazos cooperativos que derriben fronteras y el Circuito Cultural Guaraní Tour.
José Samaniego es músico, productor y un apasionado militante cultural latinoamericano. Forma parte del Circuito Cultural Guaraní Tour; un ciclo de música latinoamericana que, bajo la consigna de articular el sector privado con el estatal, recorre varias provincias de Argentina y Paraguay.
-En Paraguay trabajás con G5pro, tu productora de espectáculos. ¿Cuál es tu conexión con el mundo de la música? ¿Cómo aparece en tu vida?
-En medio de la autogestión de la música, apareció la posibilidad de ser productor. Mis primeras producciones fueron de mi banda. Y fue todo muy simpático porque empezamos de cero en esta industria. Me acuerdo cuando no sabíamos lo que era un catering, un backstage. Para nosotros hablar de profesionalismo musical en Paraguay era muy extraño. Entonces, mucho de lo que hicimos lo tuvimos que inventar o replicar. Y así empezamos a producir, a importar arte, más desde Argentina. Hace más de 25 años que me dedico a esto. Mi primera banda fue Catupecu Machu. Luego estuvimos con No Te Va a Gustar, cuando recién empezaba a conocerse. Surgió como algo casual entre compinches: el amigo de un primo uruguayo me dijo: “mirá esta banda, conozco al bajista” y nosotros empezamos a “jugar” y armar conciertos. Imagináte que en el primer concierto de Catupecu Machu, que fue en un estadio, no puse vallado, por ejemplo. No entendía lo que era eso, la gente quería subir. Esa noche fue complicada pero muy bella.
-Mencionás algo del aprender en el hacer, de prueba y error. Y justamente el transitar la autogestión a veces tiene eso de hacer con los recursos que están disponibles. ¿Qué pensás a este respecto?
-Sí, nosotros somos gente de atropellarla. Esa es la verdad. Con 19 años nos lanzamos, de caraduras. Lo hicimos junto con una amiga, que también recién empezaba y hoy en día es una gran productora del país. También con otro amigo que era disc jockey y varios más. Justamente ayer hablábamos con amigos con quienes compartimos esta militancia cultural, de por qué hacemos lo que hacemos. Y al final hay algo muy importante y de origen que es realmente amar la música. Es eso. Después de tantos años somos los mismos. En ningún momento, sea para abajo o para arriba, dejamos de ser la misma cosa. Tener claro esto es lo que nos une e inspira a seguir.
-¿Y de dónde surgen las ganas o esa necesidad de agruparse?
-Fue un resultado natural. De hecho, no tenemos una fecha exacta en la que tengamos claro cuándo empezamos con todo esto. El circuito existe no solamente a través de nosotros, sino a través de otras personas. Hay unos cuantos jugadores ahí que están armando su circuito. Es algo que naturalmente se formó y nosotros simplemente empezamos a darle forma y hoy estamos un poco complicados ya de tanta forma que va tomando, por suerte (risas).
-¿Quiénes integran hoy el Circuito Cultural Guaraní y cuál es el momento en que deciden ir para adelante?
-Hay un cruce informativo y una línea cronológica muy difícil de recrear. Tenemos por ejemplo a Walter Bordón, periodista y productor, que tiene muchísimos años en esta militancia cultural; Rodrigo Nogués, mi compinche y compañero con G5pro; Oscar Mosqueira, nuestro director; Rodrigo Teixeira, periodista y militante de la cultura en Brasil; Camilo Sequera, productor uruguayo que dice que sí a todo con una sonrisa; José Losua, el ministro, que es un músico más. Claudia Pereyra de Chile, gente de IDARTE, Colombia; Gabriel Romero, quien siempre nos abrió la cancha desde Corrientes. Sinceramente somos muchos.
Nosotros siempre estamos negándonos a decir que hacemos política pero sabemos que estamos haciendo política cultural. Lo lindo es desde el lugar que lo hacemos, porque el circuito no tiene una corriente política, somos muchas personas con diferentes ideologías pero cuando hablamos de arte y de cultura, realmente nos encontramos en un mismo criterio. Así es como el circuito nace desde nuestro lugar de niños jugando, curiosos y apasionados por la cultura. Eso es lo que unió a muchas personas. Y así es como hoy estamos recibiendo más gente que quiere sumarse, que quiere aportar y entender qué es lo que estamos haciendo.
-¿Qué trae de nuevo el Circuito Cultural Guaraní Tour?
-El circuito busca descentralizar y romper ciertos paradigmas, como lo es para muchos artistas de la región el tener llegada a la ciudad de Buenos Aires. Es una de las grandes metas, como un premio para nosotros. Entonces, en esa dirección, el circuito busca justamente lograr la integración y llegada de diversas expresiones. Y en ese proceso pensamos también en la parte ambiental, en donde tratamos de hacer cosas buenas por la naturaleza e involucrar a la gente con lo ecológico. Nosotros en Paraguay también llevamos adelante un festival llamado Reciclarte. Justamente tomamos ese trabajo y esa experiencia, la que fue mutando hasta llegar a ser el Circuito Cultural Guaraní Tour.
-El lema del Circuito Cultural Guaraní Tour es “Uniendo América Latina a través del arte como transformación social”. ¿Qué buscan transformar?
-Nosotros como productora nunca nos negamos a prestar ayuda porque entendemos que trabajamos en red. Tenemos claro que queremos cambiar el mundo, ayudar desde la cultura y dar pelea, porque para muchos y muchas, la cultura es un bien que no tiene sentido. Cuando entendimos que somos comunicadores, supimos que teníamos que dar un buen mensaje en cada acción. Siempre recuerdo a un amigo que me dijo hace muchos años: “Sama, cuando subas al escenario y agarres el micrófono, decí algo interesante, algo que sume”. Así que en esa dirección sostenemos un compromiso con el medio ambiente, con las huellas de carbono, en lo que es generar trabajo, lo que es la transformación social que los productores de todos los tamaños realizamos por el mundo. Para nosotros incluir en nuestro trabajo estas temáticas ya es un modus operanding, una regla.
Aún necesitamos insertar muchas cosas. Lo pensamos como algo integral, no solo reciclaje y problemáticas ambientales, sino también desde la prevención, educación e inclusión. Detrás de esto estamos aprendiendo muchísimo con organizaciones, instituciones, con personas que se capacitan. Como dije, nosotros somos de atropellarla e ir para delante.
-¿Cómo se relacionan con el MICA, el Mercado de Industrias Culturales Argentinas?
-El MICA es nuestra casa, nuestro lugar. Hemos conocido allí muchísimas personas que hoy nos acompañan y trabajan junto a nosotros. Es muy positivo el impacto que genera para nosotros que siempre estemos trabajando con artistas argentinos. Argentina es la meca, es impresionante todo lo que tiene para ofrecer, y el MICA en ese sentido, es una feroz herramienta cultural. Es muy importante para cualquier productor, colega y/o artista en esta industria. Considero que estar presente es un deber como latinoamericano.
-¿Qué desafíos y oportunidades encontrás en la escena cultural latinoamericana?
-Nuestra región, pese a su riqueza artística y cultural, históricamente ha sido desplazada. Nuestra industria y nuestra región están en un comienzo, en un despertar. Necesitamos de políticas públicas regionales que faciliten el tránsito y desarrollo de nuestros bienes culturales. Es decir, que proporcionen visas de trabajo y facilidades en general. Como el MICA, que es un lugar en donde realmente se expone el gran potencial económico que tiene la cultura. Y es por eso que lo valoramos tanto. En Paraguay, nuestra política cultural está tan dejada de lado que no hay muchos fondos. Se necesitan más políticas que abran las fronteras culturales. En todo el mundo.
-Hay una búsqueda, hay un compromiso social de entender la dimensión política y transformadora que tiene el arte y la cultura. ¿Por qué te parece que es importante visibilizar el circuito latinoamericano? ¿Cuál te parece que es nuestro diferencial, el valor agregado?
-El otro también es nuestro hermano. Hay un personaje igual que vos allá, a 12.000 kilómetros de distancia, en China, o donde sea que estés. El ser humano tiende a buscar los puntos en común, la familiaridad de las cosas.
Esas similitudes compartidas generan encuentro y unión y tienen un gran potencial transformador para frenar ciertos conflictos. Hay rivalidades históricas y cosas muy crueles en nuestra historia; creo que el arte es un posible canal para curarlas.
Quiero decirle a la comunidad en general, no sólo a la artística, que hay que entender la importancia del arte y su relación con el medio ambiente y pedirles su apoyo. Eso es lo que envidio de Argentina, veo siempre las salas llenas. Eso es apoyar el arte y a las industrias culturales. Me encantaría que todas las empresas agreguen y/o tomen una parte artística, sea desde el marketing, la publicidad, el diseño o como sea, no cuesta nada. Lo que me gustaría es que la gente sea más artista, sea el rubro que sea, que quiera cambiar el mundo. Hay que tener la voluntad de hacerlo, todo suma. Si nos preguntan ¿Qué quieren hacer? Nosotros decimos: cambiar el mundo.