La expansión de la actividad agrícola en Argentina desplazó gradualmente la ganadería hacia ambientes cada vez más restrictivos para la producción forrajera. Esto determinó la necesidad de encontrar soluciones que mejoren los recursos forrajeros adecuados para este tipo de ambiente. En este contexto, el agropiro alargado (Thinopyrum ponticum) es una de las gramíneas templadas más prometedoras para su cultivo en suelos con restricciones edáficas (Scheneiter, 2008). La Estación Experimental Agropecuaria Pergamino ha desempeñado un papel fundamental en este esfuerzo, desarrollando e inscribiendo siete cultivares de agropiro alargado que se destacan por su producción y por presentar buen comportamiento ante estresses abióticos, como la salinidad y la sequía. Actualmente, se está abordando la tolerancia multi-estreses, tales como anegamiento y sequía, así como tolerancia a halomorfismo en el mismo germoplasma en estudio. En estudios previos (Acuña, 2019) se seleccionaron familias de medios hermanos (FMH) que demostraron buen comportamiento ante condiciones halomórficas. Si bien se considera al agropiro alargado una especie tolerante a la sequía, existen pocos antecedentes de la respuesta de la especie a dicho estrés (Borrajo, 2022), y más escasos aún son los antecedentes en anegamiento (Iturralde Elortegui et al., 2020).

En este contexto resulta interesante poder evaluar un mismo germoplasma expuesto a diferentes estreses, que suelen encontrarse en ambientes a los que está destinado la ganadería extensiva. El objetivo del presente estudio fue evaluar la producción de materia seca acumulada (PMSAc) en plántulas de familias de medios hermanos (FMH) de agropiro alargado, en condiciones de estrés hidríco, abordando tanto la sequía como el anegamiento, con el fin de comprender el comportamiento en estas circunstancias.

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