Comparación del método de secado tradicional y ultrasecado en semillas de tres razas de maíz
El maíz (Zea mays L.) es una de las primeras plantas cultivadas por los agricultores, domesticada en México hace 10.000 años, y uno de los cereales más utilizados por el hombre. El cultivo de esta especie en diversos ambientes y la selección por parte de los agricultores para usos específicos, generaron muchas variedades locales con gran variabilidad genética.
Desde la década de 1950, las variedades mejoradas y las nuevas prácticas agrícolas fueron haciendo desaparecer la biodiversidad de los campos por lo cual, a nivel internacional, se incentivó la conservación ex situ, creando los Bancos de Germoplasma. En estos Bancos, las especies con semillas del tipo ortodoxas como el maíz, que toleran deshidratación (5-7 %) y las bajas temperaturas (6 a 8 °C), se conservan bajo esta forma (FAO, 2014).
Gómez Campo (2006), propuso disminuir el contenido de humedad de la semilla al 3% (ultrasecado), pudiendo conservar las mismas a temperatura ambiente, disminuyendo así, los costos de conservación en los Bancos de Germoplasma. Dicho autor aplicó esta metodología en Brasicaceas. En Argentina, se probó esta metodología sobre tres especies nativas arbóreas, donde se concluyó que las semillas toleran el ultrasecado, sin perder viabilidad, luego 28 meses de conservación (Urtasun, et al. 2015).
El objetivo del presente trabajo es verificar si la técnica de ultrasecado es más eficiente que la de secado tradicional para la conservación a largo plazo de tres razas de maíz.