Cuando una persona ingresa a un establecimiento penitenciario federal se le entrega un impreso con la dirección del lugar en que se encuentra, que podrá transmitir a su familia. Todos gozan del derecho de realizar una llamada para comunicar su detención.

Para eso, podrán utilizar los teléfonos públicos asignados en el lugar de alojamiento en los horarios establecidos, que funcionan con tarjeta. Aunque también podrán utilizar el servicio de cobro revertido (marcar *19) ––que será abonado por quien recibe la llamada.

Otra opción es enviar una carta por correo, previo pago del franqueo, que despachará la oficina penitenciaria correspondiente. Es importante recordar que al dorso del sobre debe figurar claramente el nombre y la dirección del establecimiento, para asegurar que en caso de no encontrarse el destinatario la carta sea devuelta.

Si por alguna razón la persona no lograra ubicar a su familia, puede consultar al área de asistencia social de la Unidad o Complejo de detención.

Si es extranjero podrá comunicarse con un representante de su país en la Argentina.