ONUSAL
Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (1991 - 1995)
El Salvador (1992 - 1995)
Mandato
Verificar la aplicación de los acuerdos negociados entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que incluyen la supervisión del cese del fuego, la reforma y reducción de las Fuerzas Armadas, la creación de una nueva fuerza de policía, la reforma de los sistemas judicial y electoral y el reconocimiento de los derechos humanos.
Sede
San Salvador, El Salvador.
Participación de la Armada Argentina
La participación de la Armada en la ONUSAL se produjo el 17 de enero de 1992, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU dio por concluido el mandato de la ONUCA, y trasladó parte de sus integrantes desde Honduras, Guatemala, Costa Rica y Nicaragua a El Salvador, para cumplir con el nuevo mandato. De esta forma el grupo de sanidad de la Armada se transformó en el Equipo Médico de la ONUSAL para atender a la División de Derechos Humanos y a las Áreas Militar, Policial, Internacional y Civil, que comprendían un total de 950 personas provenientes de diferentes países.
El grupo de sanidad de la Armada fue desplegado en las ciudades y los pueblos de San Salvador, San Miguel, Chalatenango y San Vicente, para contribuir en el cumplimiento de las diferentes fases del proceso de paz. Las severas limitaciones en infraestructura y servicios sanitarios públicos o privados del país resaltaron su efectiva contribución.
Los servicios sanitarios brindados implicaban fundamentalmente la atención sanitaria del personal de la misión, pero debieron extenderse para asistir a sus familiares y, a la vez, prestar ayuda en evacuaciones terrestres y aéreas del personal de las partes en conflicto.
Por otra parte, y aunque no estuviera contemplado en el mandato de la misión, el equipo médico brindó servicios de sanidad a la población civil salvadoreña, como la mejor contribución posible a la paz de la región. Así, se generaron campañas masivas de vacunación, asistencia médica inmediata a los heridos en accidentes, atención y traslados de enfermos, servicios paramédicos y medicina preventiva, entre otros.
Las estadísticas de los años 1991 y 1992 indicaban que, debido a los servicios brindados, miles de nativos y miembros del personal civil o militar de la misión, con las más diversas patologías, pudieron recibir la atención médica qué necesitaban. “La actividad del personal de la Armada contribuyó también a crear confianza entre las partes: estacándose su neutralidad, como pudo ser verificado en el rescate de las nueve víctimas de un helicóptero hondureño derribado el 19 de diciembre de 1991 por el FMLN.