Paneles solares livianos y resistentes
Los paneles solares funcionan como los órganos vitales de un satélite, es decir, son el corazón (o los pulmones) del SAOCOM 1B, dado que transforman la única fuente de energía existente en el espacio -los rayos del sol- en electricidad y la distribuyen a todos los sistemas. La experiencia de la CNEA en la investigación de los distintos tipos de radiación fue la base que permitió el desarrollo y la fabricación de los paneles solares de uso espacial.
Desde el Departamento de Energía Solar de la CNEA se impulsaron dos líneas de trabajo. Por un lado, la fabricación de los sensores gruesos de posición, que permiten la orientación de los paneles para una mejor captación de la energía circundante, y por otro se desarrolló la tecnología de integración de estos paneles, basada en un sistema de aseguramiento de la calidad compatible con los estándares internacionales de la industria espacial.
Estas líneas confluyeron en los sistemas de potencia que conforman los dos satélites de la Misión SAOCOM, tanto el 1A como el 1B. Cada uno está compuestos por 3584 celdas solares, que, expuestas a la luz del sol, producen unos 3,6 KW. Los datos más técnicos del sistema de potencia indican que, para facilitar su transporte, las celdas están organizadas en tres paneles: uno central de 36 cadenas de 32 celdas cada una y dos laterales con 38 cadenas de 32 celdas cada una. A su vez, cada celda lleva un vidrio de 100 micrones de espesor como protección y un diodo de paso integrado. La tensión de circuito abierto es del orden de los 87 volts por cadena. El trazado del cableado se realizó para minimizar el momento dipolar magnético y se utiliza un diodo de bloqueo por cadena.
Otro desafío que se enfrentó fue el transporte de energía entre celdas, por lo que los científicos de la CNEA desarrollaron unos interconectores denominados COVAR plateados. Para su soldadura en la cara frontal de las celdas utilizaron un sistema con electrodos paralelos y sin aporte.
Instalaciones especiales para el desarrollo espacial
La CNEA construyó en el Centro Atómico Constituyentes (CAC) un área limpia clase ISO 7 (también llamada clase 10000) de unos 220 metros cuadrados para la integración, inspección y ensayos funcionales de paneles solares para uso espacial. Si bien desde 1995 se realizaron varias experiencias, los primeros paneles integrados en ese laboratorio fueron los del satélite SAC-D/Aquarius (también de la CONAE) que fue puesto en órbita el 10 de junio de 2011, donde los paneles funcionaron de acuerdo a lo esperado. También se fabricaron en esas instalaciones los paneles solares del SAOCOM 1A, que junto a su mellizo completa la primera constelación de satélites argentinos.