El aeropuerto de Jujuy está completamente renovado, con una nueva terminal de pasajeros, además de una plataforma comercial y estacionamiento más amplios. Esta transformación permitirá elevar el nivel de servicio y mejorará la experiencia de pasajeros y usuarios, modernizando la imagen del aeropuerto y respetando su entorno geográfico y cultural.

La nueva terminal tiene ahora dos plantas, es más moderna y confortable y responde a las exigencias de un mercado regional con una demanda creciente. En 2018 pasaron por la estación unos 393.000 pasajeros, y en lo que va de 2019 ya llegaron 262.2000 es decir un 104% más que en el mismo período de 2015.

La terminal es el doble de grande: 8.540 m2 de superficie cubierta con y un jardín aterrazado de 2890 m2 y cuatro puertas de embarque en lugar de una. Además, se duplica la capacidad anterior con dos puentes, dos mangas y dos escaleras con ascensor que comunican al edificio con la manga.

Acompañando el crecimiento del aeropuerto, la plataforma comercial se amplió 23 metros, ensanchando el rodaje sur para que puedan operar aviones más grandes y garantizando a la vez que las operaciones sean ágiles y seguras. Habrá cuatro puestos de estacionamiento de aeronaves de 24 m a 36 m y tres puestos de aeronaves de aviación comercial.

Por último, el estacionamiento, cuya primera etapa ya terminó, tendrá ahora 323 cocheras en lugar de 118, con una superficie total de 15.400 m2 y espacios exclusivos para personas con capacidades reducidas.

En breve, el aeropuerto también contará con una nueva torre de control, que estará separada de la terminal en un edificio de 1.200 m2. Su capacidad de observación de 33,88 m de altura les permitirá a los operadores tener una vista despejada hacia el inicio y el final de la pista y toda el área de movimiento de aviones. La vieja torre, inaugurada en 1976, tiene 12 metros de altura y cuatro niveles. La nueva, además, cuenta con tecnología de vanguardia para dar mayor seguridad a las operaciones. El edificio de oficinas operativas también será completamente nuevo, diseñado específicamente para lograr óptimas condiciones de trabajo y funcionalidad para los controladores aéreos y el personal.

Estas obras, que generaron 340 empleos directos y 850 indirectos, son parte de la Revolución de los Aviones que lleva adelante el Ministerio de Transporte que mejora la infraestructura y tecnología de los principales aeropuertos del país, y del Plan Belgrano, un plan para fortalecer las economías del norte argentino.