En este momento, para tu hijo ocupa un lugar muy importante la socialización: es decir, el aprendizaje que le permite obtener las capacidades necesarias para la vida en relación con los demás.

Ahora disfruta de jugar con otros niños o niñas; primero, en grupos pequeños; luego, en grupos más grandes.

Esta etapa coincide con el comienzo de la escolaridad obligatoria. Comenzará entonces a ampliarse su red social, lo cual favorecerá su desarrollo integral. Esto también le exigirá adaptar su conducta a las normas: esperar un turno, aceptar cuando le toca a otro, etc.

Ya se habrán incorporado límites, por lo cual el juego con reglas comienza a ser de interés. Continúa la exploración con el propio cuerpo, sobre sensaciones y destrezas.

Durante esta etapa te recomendamos privilegies las actividades deportivas, así como juegos expresivos y de roles. Tu hijo comienza a mostrar interés por actividades como dibujar y pintar, y en sus dibujos aparecen formas más claras, como la figura humana.

Hacia el final de esta etapa, empieza a reconocer letras y números. Su imaginación le permite inventar historias y sostener actividades por un tiempo más prolongado. Empieza a tener más confianza en sí mismo.

Hacia los 5 años, tu hijo ha desarrollado con mucha más precisión su actividad motriz, con agilidad y equilibrio. Tiene mayor capacidad de atención y control de impulsos, por lo que puede apreciar y escuchar detalles, así como obedecer reglas. Ha desarrollado la capacidad de juego asociativo.

Tené presente que cada niño tiene sus tiempos, y por eso es muy importante que respetes los de tu hijo.

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