Bienes de Interés Históricos Nacionales
I Ae 27 Pulqui
En julio de 1946, en el Instituto Aerotécnico, se formó la División de Proyectos Especiales Nº1 para investigar y desarrollar aeronaves de alta velocidad.
El equipo fue dirigido por el ingeniero francés Emil Dewoitine, secundado por los ingenieros argentinos Enrique Cardeilhac, Norberto Morchio, Humberto Ricciardi, dieciséis dibujantes proyectistas y cuarenta obreros. El grupo diseñó un caza interceptor metálico de limpias y depuradas líneas aerodinámicas, propulsado por un turborreactor Rolls Royce Derwent V. Denominado I.Ae. 27 Pulqui (“flecha” en lengua mapuche).
El prototipo realizó su primer vuelo desde la Escuela Militar de Paracaidistas (Córdoba) el 9 de agosto de 1947, pilotado por el primer teniente Edmundo Osvaldo Weiss.
El avión experimental presentó, durante los vuelos de prueba, una serie de problemas como el gran consumo de combustible de la turbina inglesa, lo que limitaba su autonomía. Este y otros factores, más los rápidos avances mundiales en aerodinámica (como las alas en flecha y los perfiles laminares, entre otros), determinaron que el programa finalmente se cancelara. No obstante, la experiencia adquirida impulsó el progreso de la industria aeronáutica nacional que se convirtió en la octava del mundo en incursionar en este tipo de tecnología y abrió el camino a proyectos más ambiciosos como el IA-33 Pulqui II.
El I Ae. 27 Pulqui voló en la Fábrica Militar de Aviones hasta el límite de sus horas útiles; luego se exhibió en exposiciones aeronáuticas hasta marzo de 1962, cuando se transfirió al Museo Nacional de Aeronáutica. Entre 1996 y 1997, fue restaurado a nuevo en el Área de Material Río IV. En la actualidad, se encuentra preservado en el Museo Nacional de Aeronáutica.
IAe 33 Pulqui II
En 1947, contratado por el gobierno argentino, llegó al país el ingeniero y piloto alemán Kurt Waldemar Tank. Especialista de gran experiencia y notable trayectoria profesional como jefe del Departamento Técnico de la Focke-Wulf Flugzeugbau AG (Focke Wulf 44 Stieglitz, Fw 58 Weihe, Fw-200 Cóndor, Fw-190, proyecto Focke Wulf Ta-183 de reacción), encabezó el equipo germano argentino que diseñó un nuevo producto, el jet I.Ae. 33 Pulqui II.
Inspirado en el Fw Ta-183 alemán y en los aportes conceptuales de los ingenieros argentinos Norberto Morchio y Humberto Ricciardi, el novedoso caza interceptor tenía ala alta en flecha de 40° y diedro negativo, empenaje en T y un reactor de flujo centrífugo.
El primer prototipo voló el 16 de junio de 1950, desde la pista de la Escuela Militar de Paracaidistas (Córdoba), tripulado por el jefe de pilotos de pruebas de la Fábrica Militar de Aviones, capitán Edmundo Osvaldo Weiss. Tank presentó oficialmente el Pulqui II con una sorprendente demostración el 8 de febrero de 1951, en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.
Se construyeron cinco prototipos y dos células para ensayos en tierra (estáticos), que fueron incorporando diversas modificaciones y mejoras aerodinámicas durante una década de evaluación y experimentación.
Los avatares políticos y económicos de los años cincuenta relegaron progresivamente el programa Pulqui II. Este factor junto con el acelerado progreso de la tecnología aeronáutica de postguerra provocaron su definitiva cancelación hacia 1960.
En 1963, la Dirección Nacional de Fabricación e Investigación Aeronáutica (DINFIA) donó el “prototipo 5”, matrícula IA-X-33, al Museo Nacional de Aeronáutica. En 1999 fue restaurado a nuevo en el Área Material Río IV y luego restituido al Museo Nacional de Aeronáutica de Morón.
Por Decreto N° 899/15, de fecha 20 de mayo de 2015, la presidente de la Nación Argentina declaró de interés histórico nacional a ambas aeronaves.