Patrimonio cultural
El patrimonio cultural del área protegida permite abordar los distintos vínculos que establecieron las poblaciones humanas con los bosques patagónicos a través del tiempo. Las evidencias arqueológicas del poblamiento indígena pertenecen a ocupaciones fechadas entre 3.000 hasta 400 años antes del presente. A partir del siglo XVIII se registran testimonios de la expansión europea dadas por las exploraciones de Fray Francisco Menéndez y guías-hacheros que navegaban los lagos en busca de ampliar la explotación de los bosques de alerces.
Durante los últimos años del siglo XIX el área comienza a ser poblada por familias de chilenos, criollos y europeos, que basaron su economía en el autoconsumo para el sostenimiento cotidiano de la familia y la producción de ganado para satisfacer la demanda local y de centros próximos. La vegetación cerrada y la topografía de difícil acceso determinaron particulares formas de organizarla producción, la comercialización y el territorio, que en algunos casos se mantienen hasta el presente. En la actualidad, los descendientes de estas familias continúan viviendo en el lugar.
Los habitantes del Parque cuentan con un amplio y rico bagaje de la historia social y ambiental del lugar y de la región. Esta memoria está siendo documentada en conjunto entre los pobladores y distintos proyectos de patrimonio cultural del Parque Nacional Los Alerces que revelan que para ellos el espacio que integra el Parque no solo es un lugar de excepcional belleza, sino que forma parte de su historia familiar, de la memoria e historia local y de la identidad colectiva. Si bien la trasmisión de estos relatos generalmente ocurre dentro del seno familiar, sus portadores reconocen en ellos un valor único como forma de reconocimiento del pasado y su identidad que requieren aún mayores espacios para su rescate, intercambio y divulgación de los saberes.