Presidencia de la Nación

Valorar el mar

Hoy se conmemora el Día de los Intereses Argentinos en el Mar, en honor al nacimiento del Vicealmirante Segundo Storni. Los recursos del mar y de los ríos, y su promoción, explotación, estudio y desarrollo nos convocan a todos.

En diciembre de 2003 mediante la Ley N° 25.860 fue instituido por el Congreso Nacional el Día de los Intereses Argentinos en el Mar. Se eligió el 16 de julio para homenajear y conmemorar el nacimiento de Segundo Storni, en reconocimiento a los valiosos aportes en la materia que realizó este Vicealmirante de la Armada Argentina.

Es indudable la importancia de la temprana y clara contribución de Storni en la orientación del pensamiento de los ciudadanos, alertándolos sobre el valor de lo que ahora llamamos intereses marítimos, ideas que perduran con plena actualidad.

Los intereses marítimos comprenden el conjunto de recursos del mar y de los ríos que posee una Nación para su promoción, explotación, estudio y desarrollo.

La explotación de los recursos es un interés gobernado por la necesidad económica de los pueblos. En la actualidad, la importancia del mar como medio para brindar y obtener beneficios ha crecido en forma exponencial.

El incremento y la diversificación de los usos del medio marino están impulsados por el crecimiento demográfico, el económico y por un acelerado desarrollo tecnológico. Los importantes intereses que los Estados tienen en los mares, así como la estrecha relación entre los distintos usos y aplicaciones, han hecho mucho más compleja no solo su ordenación sino también su explotación. Hoy resulta necesario enfrentar muchas decisiones difíciles en lo referente al aprovechamiento del mar, de modo tal de enriquecer en lugar de deteriorar su valor.

Nuestro país contiene una de las principales áreas de pesca rica en diferentes especies ictícolas, destacándose la merluza común, el langostino y principalmente el calamar. En lo que respecta al aprovechamiento de los recursos del mar, la Nación adoptó una postura proactiva en la defensa de sus recursos ictícolas en aguas jurisdiccionales, procurando su sustentabilidad y exigiendo la pesca responsable.

Por ser un espacio tan productivo es común la presencia de buques pesqueros extra regionales que se concentran en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva argentina (ZEE), en ejercicio de la libertad de pesca conferida en la Convención de las Naciones Unidas para el Derecho del Mar (CONVEMAR). Sin embargo, en ocasiones se detectan buques que capturan especies dentro de la ZEE de manera ilegal.

A efectos de disuadir y evitar la pesca ilegal en dicho espacio, la Armada Argentina contribuye al cumplimiento de la legislación nacional sobre pesca, bajo la coordinación de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, mediante la debida vigilancia y control de la operatoria de los buques pesqueros y de la explotación de los recursos vivos marinos, a través de acciones de patrullas navales, sobrevuelos y monitoreo.

La reciente creación del Comando Conjunto Marítimo (COCM) dentro de la órbita del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas – Comando Operacional (EMCO – COPERAL) a cargo de un oficial superior de la Armada representa esencialmente: la adaptación del instrumento militar a la doctrina estatal plasmada en las normas; la revalorización del escenario Atlántico Sudoccidental como espacio de actuación del Estado que merece especial atención y se suma a otras iniciativas con objetivo similar como Pampa Azul; y la consolidación del rol del Ministerio de Defensa como responsable de la vigilancia y control, en este caso, de los espacios marítimos jurisdiccionales y de interés.

Los espacios marítimos, en la agenda internacional

Una de las principales características de los espacios marítimos es su internacionalidad, coexistiendo derechos de los distintos Estados, como son la libertad de navegación y la soberanía del Estado de pabellón. Los derechos colectivos no son lo único que se comparte, sino también las preocupaciones, como aquellas que son consecuencia de la contaminación global. Lejos de que cada Estado pueda revertir la situación por sí solo, la Comunidad Internacional toda debe unirse para coordinar sus esfuerzos y contrarrestar los impactos de manera efectiva.

Uno de los ejemplos más contundentes se obtiene al realizar una lectura de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en el seno de las Naciones Unidas. En su punto número 14 insta a lograr una gestión cuidadosa de los océanos, buscando un uso sustentable de los mismos y la preservación de la biodiversidad.

Herramientas como las Áreas Marinas Protegidas (AMP) contribuyen definitivamente hacia ese objetivo. Nuestro país ya cuenta con tres: Namuncurá-Banco Burdwood I, II y Yaganes. Asimismo, se encuentra en estudio la implementación de un AMP bentónica en el denominado “Agujero Azul”, sobre la plataforma continental argentina más allá de la milla 200. Esta decisión se dio a partir de la actualización de la Ley de Espacios Marítimos, el último año, con la incorporación de la Demarcación del Límite Exterior de la Plataforma Continental atento a las recomendaciones adoptadas por el organismo competente de Naciones Unidas. De esta manera, nuestro país ya tiene derechos de soberanía sobre los recursos en el lecho y subsuelo marino hasta la milla 350 y más.

Tan lejano como próxima a nuestra identidad resulta la reivindicación de soberanía sobre el denominado Sector Antártico Argentino, definido por el paralelo 60º Sur y el Polo Sur, y los meridianos 25º y 74º de longitud Oeste. Como sabemos, la Antártida está regida por el Tratado Antártico que prevé su utilización con fines pacíficos y su Artículo IV contiene una salvaguarda de las reivindicaciones de soberanía respecto de la Antártida, así como de sus fundamentos.

Por otro lado, resulta importante destacar la denominada iniciativa científica “Pampa Azul”, esfuerzo interministerial encabezado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología para llevar adelante proyectos de investigación y desarrollo de la “economía azul”. Sus principales objetivos son generar conocimientos científicos interdisciplinarios que sirvan como fundamento para la preservación y el manejo sustentable de los recursos marinos; impulsar innovaciones tecnológicas que contribuyan al fortalecimiento de las industrias vinculadas al mar y al desarrollo económico de las regiones argentinas; y promover en la sociedad una mayor conciencia sobre su patrimonio marítimo y el uso responsable de sus recursos.

Tanto la investigación científica como la formación en ciencias marinas contribuyen a fortalecer la soberanía nacional sobre el mar. En este sentido se orienta el lema de la Dirección de Intereses Marítimos de la Armada: “Conocer para proteger el mar”, expresión que puede comprenderse dentro de la tríada “conocer, usar y proteger”.

La preocupación por el cuidado de los océanos hace también al cuidado del planeta en su generalidad. En este sentido, la resolución y búsqueda de combustibles neutros en carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se ven reflejados en los foros especializados, como la Organización Marítima Internacional (OMI). El compromiso por revertir el calentamiento global y el cambio climático se evidencia también en el ámbito marítimo.

Los desarrollos tecnológicos también plantean el reto de impulsar una industria naval moderna, que satisfaga las necesidades nacionales y cumpla con los estándares que el mundo exige. El lanzamiento el año pasado del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) constituye un fondo específico de financiamiento que potenciará el desarrollo de la industria naval nacional y permitirá el reequipamiento de la Armada y el resto de las Fuerzas Armadas.

Tal es así que resulta fundamental poseer una Marina Mercante capaz de sostener el comercio internacional de nuestro país, como un vínculo con la economía mundial. En el marco de la pandemia por COVID-19, se ha demostrado la importancia de la Marina Mercante en el mantenimiento del comercio internacional, garantizando el funcionamiento de las cadenas globales de producción.

Por ello se evidencia una vez más la necesidad de que los marinos mercantes cuenten con una correcta formación y apoyo institucional. En ese sentido, la Armada Argentina es la Autoridad de Administración y Ejecución del Sistema de Formación y Capacitación del Personal Embarcado de la Marina Mercante y asesora en todo lo referente al cumplimiento de los procedimientos y exigencias del Reglamento de Formación y Capacitación del Personal embarcado de la Marina Mercante (REFOCAPEMM).

Dentro de lo que es la cooperación y compromisos internacionales, el mundo se ha planteado como misión principal hacer los mares más seguros. En este sentido, se han dividido los océanos en áreas de responsabilidad en lo que respecta a la Búsqueda y Salvamento (SAR), correspondiéndole a la Argentina una de las más grandes del mundo. Representa cerca de 16 millones de km2 que se nutren de la externalidad positiva de las capacidades de proyección, comando y control, comunicaciones, vigilancia y control del instrumento militar Armada. Hoy hablamos de Plataforma Continental con límites hasta las 350 millas marinas. El área de responsabilidad SAR llega incluso hasta 2.500 millas desde el lateral Puerto Belgrano.

La reciente incorporación de los patrulleros oceánicos ARA “Bouchard” y ARA “Piedrabuena”, y la próxima bienvenida de otros dos, es un indicador del horizonte a seguir en el escenario Atlántico Sudoccidental.

Hoy, como hace más de 100 años, cuando el Vicealmirante Storni expuso sus ideas, el pensamiento debe orientarse hacia la problemática del mar y su trascendencia para el país, sembrando en los ciudadanos la idea de los beneficios que implican para el bienestar general de la población una explotación y administración racional de nuestros recursos naturales.

La mirada estratégica del Vicealmirante Storni

“La política naval es, ante todo, una acción de Gobierno; pero es indispensable, para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos se arraiguen en la Nación entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases dirigentes, y una inspiración constante de todo el pueblo argentino”, manifestó Segundo Storni, con una notable visión de la realidad nacional.

Nuestro país festejaba sus 100 años de Independencia cuando el entonces Capitán de Fragata Segundo Storni inició el debate sobre la necesidad de considerar las cuestiones del mar y la actividad naviera en su conjunto como políticas de Estado.

Storni siempre estudió con esmero el patrimonio que concentra el Mar Argentino. Sensible al paradigma naval de la época, analizó su importancia como fuente de riquezas y vías de comunicación. Así, propició la necesidad de consolidar en la mentalidad de los argentinos la conciencia marítima con base científica.

A principios del siglo XX, Storni observó los puntos marítimos estratégicos que se mantienen hasta hoy en plena vigencia: las Islas Malvinas, la Antártida Argentina, el Mar Territorial y las pesquerías y la plataforma continental, enfatizando en el desarrollo de la Defensa Nacional, el Derecho del Mar, la explotación sustentable de los recursos naturales, la industria naval y la Marina Mercante nacional.

Escribió sus obras “Proyecto de Régimen de Mar Territorial” en 1911 y “El Mar Territorial” en 1926; y trató en ambas la temática del régimen jurídico en el mar de nuestro país, siendo las bases para impulsar la discusión sobre la soberanía marítima argentina. Ambos trabajos fueron abordados en la Conferencia de Codificación del Derecho Internacional que se reunió en La Haya en 1930, y también años después en la 1°, 2° y 3° conferencias de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Pero su trabajo de mayor trascendencia y profundidad fueron las dos conferencias llevadas a cabo en 1916 en el salón de actos del diario La Prensa: “Razón de ser de los intereses argentinos: factores que facilitan u obstaculizan el desarrollo del poder naval de la Nación” y “Política Naval Argentina: problemas de la Defensa Nacional por el lado del mar”.

El periódico decidió publicar aquellas disertaciones y, ante la gran repercusión que tuvieron, el Centro Naval invitó al marino a presentar el debate en su sede. Años después, en 1952, se efectuó la primera edición de los “Intereses Argentinos en el Mar” que también fue muy bien recibida, constituyéndose como una publicación de gran interés para la comunidad.

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