Un ejemplar de ala rojiza (Myiozetetes cayanensis) fue visto, días atrás, en el estacionamiento del Parque Nacional Iguazú por Oscar Rodríguez, un turista oriundo de Paraguay, observador y fotógrafo de naturaleza, quién dio aviso a los guías del área protegida, Gabriel Moresco y Fernando Cabral. Luego fue posible grabar el canto del ave, principal característica de la especie, que la diferencia del benteveo mediano, un pájaro muy similar y del mismo género.

Todos los registros fueron reportados en la plataforma de ciencia ciudadana eBird, a través de la cual muchas personas aficionadas a las aves hacen importantes aportes al conocimiento ornitológico.

Hasta ahora, la especie habitaba áreas semiabiertas y bordes de selva desde Costa Rica hasta Paraguay. Ahora pareciera expandirse hacia el sur.

La acción mancomunada entre turistas, guías, personal del área protegida, aficionadas y aficionados hoy nos regala una especie nueva para nuestro país. El hallazgo demuestra, una vez más, la importancia de las áreas protegidas para muchas especies, pero también para el turismo de naturaleza como herramienta para el conocimiento de nuestra flora y fauna. Además, confirma que el uso de herramientas de ciencia ciudadana por parte de los visitantes aporta valiosa información y datos sobre flora y fauna presentes en los parques nacionales y reservas.