“Nuestro país cuenta con la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN), nuestras Fuerzas Armadas no van a agredir ni atacar a nadie pero eso no quiere decir que tengan que estar desarmadas, porque para que una estrategia defensiva funcione hay que tener capacidad de disuasión”, afirmó Taiana, y continuó: “En la DPDN también se establece la importancia de afianzar la producción industrial para la Defensa en materia de investigación, política industrial y producción”.

“Argentina tiene una historia de tejido industrial muy importante, con mucha capacidad y mano de obra calificada”, y agregó: “Debemos avanzar en una integración regional para estar menos afectados con los cambios y vaivenes globales”, expresó Taiana.

“Otro concepto muy importante y que ahora adquiere mucho valor es el de la trama industrial. Es decir, cómo se logra esa fuerza suficiente para resistir la demanda de un mundo muy competitivo”, señaló.

“Esa trama industrial -sostuvo- también hay que desarrollarla en el área de la Defensa. Por muchos motivos, pero sobre todo porque vemos que la capacidad militar de las Fuerzas Armadas de un país es un elemento importante a la hora de considerar sus capacidades de decisión y autonomía”.

En otro tramo de su exposición, el titular de Defensa destacó la importancia del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF). “Este fondo nos permitió contar con recursos específicos para el área de Defensa, ya que establece que una parte de la recaudación del Estado Nacional, se utilice para fortalecer el instrumento militar”.

“El FONDEF es para la recuperación de material, para actualizarlo o modernizarlo trayendo nuevas tecnologías y para adquirir nuevos elementos cuando sea necesario. Tiene además una concepción bien clara, que lo dice la propia ley, y es la prioridad que otorga a la pequeña y mediana empresa”, detalló.

“La producción para la Defensa en la Argentina -continuó Taiana- está basada en algunas empresas estatales como TANDANOR, FAdeA y FM, pero también se basa en una amplia red de PyMEs que articulan con estas empresas y generan una red virtuosa”.

El objetivo del Congreso es impulsar a las pequeñas y medianas empresas (PyMes) en el sector industrial mediante la implementación de políticas destinadas a incrementar la producción nacional, combatir la informalidad laboral, promover el empleo digno, sustituir importaciones, integrar pymes en inversiones y acuerdos, establecer precios justos, abordar temas energéticos, respaldar exportaciones, fomentar capacitación laboral, todo con el fin de fortalecer la competitividad, el crecimiento y el desarrollo de las PyMEs industriales y contribuir al progreso económico y social del país.

La estructura del Congreso se diseñó en tres grandes capítulos: una instancia preliminar preparatoria que consiste en la reunión de actores del mundo productivo y funcionarios de diferentes niveles y áreas de gobierno por vía virtual.

Un segundo capítulo conformado por mesas de debate con el objetivo de reunir por cada tema tratado el conjunto de propuestas de acción que por una parte se constituyan en agenda para el sector público y por otra, en mayor organización del mundo productivo.

Finalmente se llevó adelante un abanico amplio de exposiciones que permitieron expresar la posición de los actores en relación con los diferentes temas tratados en las mesas, principalmente el conjunto de propuestas que surgieron de los debates previos y, la posición y propuestas de trabajo desde el sector público en voz de los diferentes funcionarios de gobierno.