Se jugó un partido amistoso de vóley en el penal de Ezeiza
Participaron internas de la Unidad IV y el equipo de mujeres de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. También hubo una clínica a cargo de dos jugadores de la Selección.
Un equipo de internas de la Unidad IV del penal de Ezeiza se enfrentó en un amistoso con el equipo femenino de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en el marco del programa de acciones culturales recreativas y de formación deportiva para personas privadas de la libertad, a partir de una iniciativa de la Secretaría de Derechos Humanos con el Programa de Extensión en Cárceles de UBA y el Servicio Penitenciario Federal.
La actividad se dividió en dos jornadas ya que, además del partido, hubo una clínica a cargo del ex jugador de la selección argentina de vóley, Santiago Darraidou, a la que se sumó el jugador de UNTREF y del seleccionado Ignacio Fernández.
A pesar de que la participación en el encuentro era voluntaria, un buen número de mujeres y chicas trans privadas de la libertad se acercaron para interiorizarse y luego sumarse a la acción, que tiene que ver con la formación no formal de las reclusas.
La experiencia fue enriquecedora no solo para las internas. También fue importante para Darraidou: “Está bueno que podamos ir, que vaya gente de afuera a compartir cosas y pasar el momento. Las chicas se rieron mucho, por situaciones que iban pasando. Robarles una sonrisa a personas que viven esa situación no debe ser nada fácil. Y vale el intento y lo volveremos a hacer. Es cuestión de inclusión”.
Romina Sarmiento, directora nacional de la Unidad de Cultura Cívica en Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, destacó la importancia del vínculo entre los individuos que cumplen condena y la UBA.
“Las actividades de educación y formación en contexto de encierro constituyen uno de los objetivos a concretar del Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos. En ese marco le otorgamos respaldo institucional a Recrear Cultura y articulamos con el Servicio Penitenciaron Federal o Provincial, para amplificar el alcance de sus talleres, clínicas y propuestas recreativas y formativas. Uno de los ejes fundamentales para ofrecer nuestro apoyo al programa, es que las personas privadas de su libertad tengan instancias de ejercicio pleno de sus derechos”, contó Sarmiento.
María Cecilia Sánchez, una de las coordinadoras del programa de Recrear Cultura junto con Marina Campos, sostuvo que “este programa de la UBA tiene como objetivo vincularse con toda la población carcelaria, no solamente desde lo estrictamente académico. Por estas y otras razones cobran mayor importancia las actividades que tengan como objetivo recrearlos, hacerles un aporte desde la capacidad de reflexión y enriquecerlos con las diversas actividades culturales”.
El programa propone impulsar actividades, que tienen como ejes la programación artística, deportiva y diferente talleres de escritura, narración, literatura, con el objetivo de otorgar herramientas para una mejor expresión de cada participante.