“Queremos que los chicos incorporen valores a través del deporte”
La ONG ayuda al desarrollo de escuelas de fútbol abiertas en barrios de alta vulnerabilidad social en Córdoba.
Dale a tu botín es un nombre y también una exhortación a brindarles una oportunidad a quienes habitualmente no tienen ninguna. La idea surgió de la cabeza de Walter Smidt, un empresario cordobés que, en medio de la angustia de los saqueos de diciembre de 2013 en Córdoba, pensó que en el fútbol podría haber una llave para la inclusión.
“Con mi familia nos preguntamos qué había pasado, y nos empezamos a preguntar qué sociedad queríamos para nuestros hijos, y nos dimos cuenta de que nunca habíamos tenido una mirada hacia el que más lo necesita”, explica Smidt. “Uno quiere que sus hijos crezcan no sólo materialmente bien, sino en una sociedad más justa”, agrega.
Movilizado, creó la ONG Dale a tu botín un año después. Así, con su mujer, Mariela, empezó a recorrer los barrios de mayor vulnerabilidad de Córdoba.
“Vimos una gran ausencia del Estado, y advertimos que la gente necesitaba contención: vimos también que los padres, para alejar a los niños de los malos hábitos, formaban escuelas de fútbol, y nos planteamos cómo ayudarlos, haciendo que quienes donan su tiempo por los chicos cuenten con recursos materiales”, dice.
En ese contexto, detectaron un número importante de jóvenes y chicos que estaban en las calles sin ninguna orientación ni apoyo de adultos. Decidieron que el fútbol era la herramienta que tenían a mano para intentar que los caminos de esos menores no fueran las drogas o la violencia.
“Apostamos a que los chicos tengan un sueño de ser jugadores, o si eso no es posible, que incorporen valores importantes a través del deporte”, señala Smidt, a quien secundan, además de su esposa, sus tres hijos.
La campaña que lleva adelante Smidt está condensada en la frase “Dale a tu botín la posibilidad de seguir haciendo goles”, con lo que recolectan donaciones de zapatillas y ropa deportiva para los chicos que no tienen recursos económicos. Se realizan en instituciones, clubes y colegios privados de barrios de clase media y alta, en Córdoba. Consiste en un “botinómetro” donde se dejan las donaciones que luego los profesores en las distintas escuelas reparten entre quienes lo necesitan.
También organizaron un campeonato. Sus reglas son singulares: el equipo que gana se lleva tres puntos y uno el que pierde, pero también se otorgan puntos por el comportamiento de los padres en la tribuna, de los chicos en la cancha y también del profesor que los dirige.
Con los chicos y los padres
Munidos de la ayuda de algunos pequeños empresarios, decidieron desembarcar en una canchita con arcos, pelotas y pecheras para los jugadores. La cancha era un baldío del barrio El Cerrito, en Argüello, ubicado a menos de media hora de Córdoba capital.
Ahí estaba el director técnico nacional Christian Abranchi. Coincidieron con Dale a tu botín y el baldío se transformó en una cancha de fútbol de acceso completamente gratuito y con clases sin costo alguno.
Hoy la escuela que preside Abranchi tiene a su cargo 120 chicos, que entrenan dos veces por semana. “Empezamos a reeducar también a los padres, haciéndoles ver que la obligación no es sólo del profesor, sino que deben involucrarse ellos en su crecimiento y formación”, argumenta Walter. Y llevaron esta idea a otros barrios.
A los chicos que acuden a las escuelas se les inculca una serie de valores: respeto, compañerismo, buen comportamiento en la cancha, tanto de los alumnos como de los padres cuando se convierten en la hinchada”, puntualiza.
Dale a tu botín apoya materialmente sólo a escuelas barriales gratuitas, y estas cuentan con comisiones de padres que hacen rifas, bingos y comidas para solventar los gastos que supone el traslado de los chicos cuando deben jugar contra otros equipos.
También contactan a jugadores de fútbol -por ejemplo, Juan Carlos Heredia, cordobés y gloria del Barcelona en la década del 70- en actividad o ya retirados, para que les transmitan a los chicos el valor del deporte profesional, procurando inculcarles además que tienen que ser buenas personas y estudiosos en el colegio para tener un “plan B” en caso de no poder convertirse en futbolistas profesionales.
Lazos de amistad y de pertenencia grupal
El Fortín de Güemes es la escuela de fútbol de los barrios Maldonado y Müller, una zona de alta conflictividad social. La creó hace cinco años el matrimonio de Mabel Godoy y Miguel Ángel Juncos. Se iniciaron con diez chicos y las pelotas y pecheras que habían conseguido. Hoy son 80 alumnos de entre 4 y 16 años.
Allí llega también la labor solidaria de Dale a tu botín, que en la actualidad tiene presencia en 8 escuelas de fútbol, entre ellas la de Anisacate, ubicada a 40 kilómetros de la capital cordobesa. Allí, el equipo se llama Los Chañas, y entrenan 30 chicos, bajo la dirección de la profesora de educación física Natalia Gilio.
Docentes y quienes acompañan a Smidt asumen que puede parecer pequeño lo que llevan adelante como gesto solidario, pero en verdad realizan un gran aporte para la integración de personas que se encuentran en situaciones de marginalidad, y que a través del deporte encuentran una forma de socialización, de forjar lazos de amistad y de pertenencia grupal.