La sanción del nuevo Código Procesal Penal Federal, aprobada días atrás en el Congreso, significará una modernización en los mecanismos de persecución penal de los delitos federales. Uno de los ejes centrales de la reforma es la participación de la víctima dentro del proceso judicial. “Por primera vez la víctima pasa a ser el centro del proceso. Todas las decisiones y actuaciones tienen que hacerse con conocimiento y participación de la víctima”, explicó Juan José Benitez, subsecretario de Justicia y Política Criminal.

Con el nuevo Código, se pasará de un sistema inquisitorio a uno acusatorio. Se incorporan nuevos sistemas de administración de justicia con la gestión electrónica, la incorporación de tecnología y la toma de decisiones en audiencias orales y públicas. Se apunta así a lograr procesos más rápidos, sencillos y transparentes, e investigaciones más eficaces para el juzgamiento de los delitos.