Oralidad: se realizaron más de 4200 procesos en casi dos años
Es en los seis distritos en los que ya se implementan procesos orales en juicios de civiles y comerciales. Para fin de año serán doce las jurisdicciones en las que se utilice.
El programa de Generalización de la Oralidad en Procesos de Conocimiento Civiles y Comerciales de Argentina lleva 23 meses de trabajo. Y ya se ven cambios concretos. Por el momento son seis jurisdicciones y 238 jueces civiles los que comenzaron a aplicar gradualmente procesos orales en los juicios de conocimiento civiles y comerciales (Por ejemplo, accidentes de tránsito o cumplimientos de contratos, entre otros). Se celebraron 9.607 audiencias, entre preliminares y vista de causa y se resolvieron 4.216 procesos de conocimiento: el 48% fueron resueltos a través de la conciliación o transacción.
“El proyecto es sumamente atractivo para los jueces, que cambian su modo de trabajar y se ponen de frente a la sociedad. Así, además, obtienen resultados muy satisfactorios”, explicó Héctor Mario Chayer, coordinador del programa Justicia 2020.
El trabajo se operativiza a través de la firma de convenios de colaboración entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, poderes judiciales provinciales y el Consejo de la Magistratura de la Nación.
Los procesos civiles escritos pueden durar en promedio (dependiendo la jurisdicción) entre 3, 5 y hasta 7 años hasta obtener una sentencia de primera instancia. La meta de la oralidad es que los juicios duren, en promedio, un año y medio.
En este contexto colaborativo, el Ministerio de Justicia provee asistencia técnica para la capacitación y el seguimiento del proyecto. Y financiera para la compra de equipos de videograbación de audiencias. “El seguimiento sistemático que se está haciendo en todas las provincias que ya comenzaron a trabajar permite tener resultados concretos y medibles, que estimulan además a nuevos poderes judiciales a sumarse”, agrega Chayer.
El funcionario anticipó que “en los próximos treinta días se sumaran cuatro jurisdicciones más: el fuero civil de la Nación; Tierra del Fuego, Tucumán y Santiago del Estero”.
Qué dicen los números
Entre el 1 de agosto de 2016 y el 30 de junio de este año la provincia de Buenos Aires junto con San Luis, Formosa, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos comenzaron a implementar la generalización de la oralidad civil y comercial. Buenos Aires comenzó en 2016; San Luis Formosa y Mendoza en 2017; y Santa Fe y Entre Ríos en 2018.
Para diciembre de este año se espera que las audiencias lleguen a 13 mil y que la cantidad de jurisdicciones que se incorporen sean 12, es decir, la mitad de las jurisdicciones.
Algunos datos más: el 70% de los procesos finalizados se resolvieron en menos de dos años desde su inicio. El 53% de las audiencias de vista de causa son realizadas en menos de cuatro meses desde la celebración de la audiencia preliminar y el 89% en menos de 6 meses. El 8% de las audiencias preliminares celebradas se concilian, y un 11% en el caso de las audiencias de vista de causa.
Los cambios hacia la oralidad, impulsados y apoyados por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se complementan con la reforma legislativa de los códigos procesales, como segunda fase. Así lo explica Chayer: “Desde el Ministerio se está promoviendo una reforma legal al Código Procesal Civil de la Nación, en el que se plasmará este nuevo modo de trabajar”.
Cómo es la oralidad
Algo a tener en cuenta es que la gestión de los procesos a través de la oralidad efectiva se estructura en dos audiencias: una inicial o preliminar (orientada a conciliar, depurar prueba y organizar la actividad probatoria) y una audiencia de prueba videograbada. Estas audiencias se introducen en la práctica de los jueces, sin modificar los códigos procesales vigentes.
El objetivo es lograr que los juicios de conocimiento civiles y comerciales tramiten a través de dos audiencias, dirigidas por el juez: la preliminar y la de vista de causa.
La primera está orientada a conciliar, depurar prueba y organizar la actividad probatoria. La segunda es donde se concentran todas las pruebas (la audiencia es videograbada). Luego, el juez dicta la sentencia. Todo esto en plazos breves y previsibles, que den seguridad jurídica y certeza a los litigantes.