A partir de las presentaciones ciudadanas recibidas, ya sean provenientes de la interacción con la plataforma institucional del INADI o derivadas de otras áreas sustantivas, el Observatorio de la Discriminación en Internet del organismo generó una base de datos en la cual ordenó la información desde 2019. En ella identificó los distintos tipos de discursos sociales discriminatorios y de odio que se manifiestaron en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) a través de sus plataformas, ordenados por su contenido y forma hacia los distintos sujetos.

El total de interacciones se registró durante 2020 sobre la base de 504 presentaciones, número que duplicó por demás las presentaciones de años anteriores. Un factor de relieve indispensable para interpretar este crecimiento se debe al contexto de emergencia sanitaria internacional en el que nos encontramos inmersxs debido a la pandemia de SARS CoV-2 (COVID-19) y sus respectivas medidas de aislamiento social y preventivo, condicionales que han resultado en el incremento significativo y determinante del uso de las TICs en general, con sus consecuentes repercusiones.

La llamada “nueva normalidad”, consistente —entre otros aspectos— en permanecer la mayor parte del tiempo en nuestras viviendas, ha impulsado notablemente las interacciones digitales como principal vía de comunicación con el mundo exterior, de manera que en muchos casos ha terminado por reemplazar elementos constitutivos de las personas tales como la sociabilidad y la construcción y reproducción de los núcleos de sentido.

La complejidad del compromiso psíquico y emocional que implica el cambio estructural de vida cotidiana en aislamiento ha volcado la mayoría de las pulsiones —tal y como funciona su carácter preponderante en la actualidad— hacia la virtualidad, en todas sus facetas.

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