Presidencia de la Nación

Marcha del Orgullo 2021 - Recomendaciones de Buenas Prácticas Comunicativas

Desde el Observatorio de la Discriminación en Medios de Comunicación del INADI convocamos a comunicadores y comunicadoras a informar con una perspectiva de género y diversidad y un enfoque de derechos humanos a fin lograr una comunicación inclusiva, plural, que no reproduzca estereotipos ni estigmatice.

La Marcha del Orgullo se enmarca en el trabajo por la promoción y la defensa de los derechos del colectivo LGBTIQ+. En el año 2021, la Comisión Organizadora estableció como principal consigna la “Ley Integral Trans Ya”, además de los históricos reclamos por: lograr una nueva ley antidiscriminatoria; una ley de respuesta integral al VIH, hepatitis virales, ITS y tuberculosis; la separación entre Iglesia y Estado; los derechos sociales y laborales para les trabajadores sexuales y la no criminalización; el freno a la violencia policial e institucional; y la igualdad real con políticas públicas y presupuesto.

El Día del Orgullo se celebra internacionalmente el 28 de junio, en conmemoración de la revuelta de Stonewall, ocurrida en 1969. Las respectivas marchas en los distintos países se realizan en días anteriores o posteriores.

En nuestro país, se consensuó en 1997 correr la realización de la marcha para el mes de noviembre. Más allá de que también se argumenta que esto sucede por las frías temperaturas de julio, el cambio de fecha conmemora la fundación –un 1° de noviembre de 1967– del colectivo Nuestro Mundo, la primera organización disidente de nuestro país y de América Latina.

La Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer, que se realiza todos los años desde 1992 en la Ciudad de Buenos Aires, tiene el objetivo de visibilizar los principales reclamos, conquistas y el orgullo del colectivo en Argentina.

En este marco, dado que el lenguaje configura el mundo que nos rodea, el Observatorio de la Discriminación en Medios de Comunicación del INADI convoca a comunicadores y comunicadoras a informar con una perspectiva de género y diversidad, desde un enfoque de derechos humanos, con el fin de lograr una comunicación inclusiva, plural, que no reproduzca estereotipos ni estigmatice, en consonancia con lo dispuesto por las Leyes N.º 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos en los que desarrollen sus relaciones interpersonales; N.º 26.743, que establece el derecho a la identidad de género de las personas; y N.º 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Recomendaciones:
• Respetar el principio de autodeterminación de las identidades y orientaciones sexuales y promover discursos mediáticos que no juzguen o desacrediten la autonomía de las personas para definirse.
• Utilizar terminología representativa, respetuosa y precisa.
• Hablar de las personas lesbianas, bisexuales, trans, intersexuales, como “colectivo gay” o como “homosexuales” las invisibiliza. El término homosexual no hace referencia a todas las realidades LGBTIQ+. Este tipo de tratamiento informativo implica silenciar al resto. Ya sabemos que lo que no se menciona no existe y lo que no existe no puede tener derechos. Por lo tanto, es necesario referirse a cada colectivo concreto con su denominación particular o, cuando se habla en general, a la totalidad de la sigla LGBTIQ+. Lo correcto es utilizar la expresión orgullo LGBTIQ+ y no “orgullo gay”.
• Preguntar a las personas el modo y el pronombre con los que prefieren ser nombradas y respetar lo que ellas indican al respecto. Hacer mención de su identidad de género, su cuerpo u orientación sexual solo cuando tenga interés informativo.
• Evitar criminalizar a las mujeres trans. Recordar que el odio hacia las personas trans se denomina transodio y no homodio.
• Visibilizar las diferentes familias e identidades. Se vuelve sustancial trabajar para desmontar la naturalización discursiva del modelo de familia nuclear tipo (padre-madre-hijos/as) como el único posible o como ideal al cual se debe aspirar. Por ello, en el tratamiento de la información, se recomienda evitar toda jerarquización discursiva de los distintos tipos de configuraciones familiares.
• Promover enfoques que visibilicen la diversidad y que cuestionen la dicotomía varón/mujer y la heterosexualidad como único modelo legítimo de cuerpos, identidades, relaciones y familias.
• Evitar los estereotipos discriminatorios y eludir la presentación mediática a través de formas que deriven en discursos violentos, discriminatorios y/o estigmatizantes. En este sentido, es importante mencionar la presencia de personas LGBTIQ+ en diversas esferas de la realidad e incluir otros enfoques en medios de comunicación tradicionalmente dirigidos de manera excluyente a hombres o mujeres, para representar la diversidad. Se recomienda evitar caracterizaciones y "perfiles" que impliquen una naturalización del prejuicio, la burla y/o el insulto, o la exposición de los conflictos por géneros u orientaciones y prácticas sexuales no normativas como “nota de color” o apelando a los estereotipos más difundidos que resultan discriminatorios –en los términos de la Ley 23.592– y ofensivos en la mayoría de los casos.
• Evitar la tematización del colectivo LGBTIQ+ desde perspectivas médicas y/o enfoques que patologicen la diversidad sexual y de género. A modo de ejemplo, es importante evitar vincular de manera prejuiciosa la imagen del VIH a las personas LGBTIQ+, ya que eso conlleva a la reproducción de estereotipos que las asocian a la promiscuidad y la marginalidad, favoreciendo el rechazo y la estigmatización.
• Promover el conocimiento de los derechos civiles, reproductivos, sexuales y comunicacionales de las personas LGBTIQ+ y brindar información sobre la forma en que son respetados o no.
• Evitar la espectacularización de las personas LGBTIQ+ y de las temáticas vinculadas a las identidades de género, la orientación y la diversidad sexual.
• Asesorarse con las organizaciones, instituciones y/u organismos vinculados a las diferentes temáticas, dado que cuentan con profesionales capacitados para brindar talleres, información y/o charlas.

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