La Secretaría de Ambiente comprometida en la conservación del cardenal amarillo
En un trabajo conjunto con ONG y la Universidad de Buenos Aires, ya suman 39 los ejemplares devueltos a su lugar de origen.
En el marco del “Plan de Acción Extinción Cero” que lleva adelante la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la Dirección Nacional de Fauna y de Biodiversidad junto con la Fundación Temaikén, Aves Argentinas y el Laboratorio de Ecología y Comportamiento Animal de la FCEN-UBA, trabajan de manera conjunta en el Programa de Conservación del Cardenal Amarillo, que apunta la recuperación de esta especie de ave en peligro de extinción.
De esta manera, ya suman 39 los ejemplares que fueron reinsertados en su hábitat luego de ser rescatados del comercio ilegal y recuperados en el Centro de Recuperación de Especies de Temaikèn. La liberación más reciente fue realizada en septiembre en un campo de La Pampa, donde 13 ejemplares volvieron a su lugar de origen, de cara a la temporada reproductiva.
Gracias al trabajo de análisis genético sobre la especie, realizado en el Laboratorio de Ecología y Comportamiento Animal de la FCEN-UBA, fue posible determinar el origen geográfico de estos animales incautados y liberarlos en la población silvestre a la cual pertenecen.
El cardenal amarillo forma parte de Plan de Acción Extinción Cero, que lleva adelante el organismo que conduce Sergio Bergman, cuyo objetivo es fortalecer las acciones y políticas para la conservación de especies autóctonas en estado crítico de extinción que se encuentran distribuidas en diversos ecosistemas de Argentina. Y está protegida bajo la Ley Nacional de Conservación de la Fauna Silvestre N.° 22421.
El cardenal amarillo
El cardenal amarillo se encuentra “en peligro de extinción” según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN); y categorizada “en peligro de extinción” por resolución de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación N.° 348/2010. Su área de distribución está restringida a Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Sin embargo, la mayor parte de las poblaciones de la especie reside en nuestro país; su hábitat es el espinal, el monte y el pastizal pampeano.