“La reforma constitucional de 1994 fue el resultado de la unión de los argentinos”
A 25 años de la reforma de la Constitución Nacional, dialogamos con cinco convencionales constituyentes que participaron delas sesiones en Santa Fe. Destacaron la unanimidad de la aprobación de las reformas y la legitimidad de aquel acuerdo.
Graciela Fernández Meijide formaba parte del Frente Grande (Partido Nuevo) y fue una de las convencionales constituyentes que, en 1994, participaron de la reforma de la Constitución Nacional. Recordó el contexto histórico del Pacto de Olivos, que era visto por su partido como era “una reforma de la Constitución para permitirle a Carlos Menem que reeligiera”. Sin embargo, aclaró que decidieron no desaprovechar una reforma de la Constitución. “No podíamos dejar de lado temas que nos interesaban y que consolidaban instituciones, sobre todo teniendo en cuenta lo que había pasada con la última dictadura”.
“El valor más importante que tiene la reforma constitucional de 1994 es la de legitimidad, resultado del acuerdo y de lo que fue la asamblea popular más importante que ha tenido la historia argentina”, dijo a su turno el cordobés Antonio María Hernández, convencional constituyente por la Unión Cívica Radical.
“El saldo de esa reforma ha sido producir una enorme modernización del derecho público argentino”, destacó Hernández, un prestigioso jurista y docente universitario.
Uno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Maqueda, también fue convencional constituyente por el Partido Justicialista (PJ). El magistrado reivindicó el Pacto de Olivos y señaló que la Constitución y sus reformas nacieron a partir de acuerdos. “La reforma fue la capacidad de dos hombres políticos, enfrentados y con ideas distintas, que se pusieron de acuerdo en una política de Estado”, explicó.
“La reforma de una Constitución es un hecho trascendente en un país, porque se trata de renovar un pacto de convivencia entre toda la sociedad”, dijo, por su parte, el ministro de Defensa, Oscar Aguad. El actual funcionario participó de la Constituyente por su partido, la UCR.
Aguad sostuvo que “hay que destacar el acuerdo porque fue mayoritario y la Constitución se aprobó por unanimidad. Y estaban representados no solo los partidos mayoritarios, sino otras fuerzas y los partidos provinciales”.
En la misma línea, Jesús Rodríguez, actual miembro de la Auditoría General de la Nación (AGN), recordó que “lo sustancial de esta Constitución es que fue votada por unanimidad”. “Coincidieron todos los pensamientos, los matices, las opiniones y
todas las sensibilidades políticas y culturales de la Argentina”, subrayó.
Cambios trascendentales
“La reforma tuvo luces y sombras, es imperfecta. Generalmente todos los convencionales constituyentes no sintieron totalmente satisfechos, porque no pudieron incluir en la Constitución todo lo que querían”, dijo Maqueda. “Pero eso –aclaró- es lo que garantiza que una Constitución sea plural: que todos queden un poco enojados”.
Para Fernández Meijide, lo más importante de la reforma fue la inclusión en la Constitución de los pactos internacionales, “por lo tanto con valor de ley nacional”.
“Esto permitió que cuando se quiso volver a enjuiciar a militares, que habían sido amnistiados por algunas de las leyes o los indultos de Menem, se pudieran considerar por encima de esas leyes los crímenes de lesa humanidad y genocidio”, explicó Fernández Meijide.
Aguad indicó que la reforma “en lo central mantuvo el sistema democrático y republicano, e hizo agregados muy importantes en derechos como el amparo, el habeas corpus, el habeas data, federalizar las provincias y los recursos naturales”.
Una ley de todos
Para Rodríguez, la importancia de la reforma radicó en “haber contribuido con una norma que por primera vez en la historia era de todos, y no el resultado del triunfo de uno y la derrota de otros”.
“No quiere decir que la instrumentación de todas las reformas que se hicieron hayan sido eficaces o eficientes, pero están hechas y lo que hay que hacer es perfeccionarlas y cumplirlas”, razonó Aguad.
“Lo importante fue que todos aquellos bloques que se habían opuesto dieron por terminada la beligerancia y se sumaron a la Convención Constituyente para sacar la mejor Constitución posible”, aportó Maqueda. “Es el momento de cumplir la Constitución y no pensar en cambiarla, porque esa reforma fue el resultado de la unión de los argentinos”, concluyó Hernández.