Con el objetivo de compartir experiencias y proyectar políticas públicas con el aporte de las organizaciones civiles vinculadas al acompañamiento de pacientes, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) organizó en Salta el Primer Encuentro Regional de Asociaciones de Usuarios y Familiares de Salud Mental.

La jornada, a la que asistieron más de 70 personas, contó con la presencia de autoridades y representantes de la sociedad civil de Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, quienes presentaron diferentes miradas respecto a la organización de los servicios de salud en cada jurisdicción.

“La historia de la salud mental es una historia en la cual el colectivo de usuarios y usuarias ha quedado muchas veces excluido. Los tratamientos, los sistemas de salud mental, las políticas públicas han sido diseñadas e implementadas por unos pocos, todos profesionales y gestores. Este encuentro busca comenzar a revertir esa situación”, afirmó Luciano Grasso, Director Nacional de Salud Mental.

Por su parte, el representante de la OPS para Argentina, Sebastián Laspiur, manifestó que “lo que los presentes hagamos aquí hoy puede generar mayor empoderamiento y mayor conciencia en las autoridades para incluir a los usuarios en la toma de decisiones”.

La actividad fue moderada por Andrea Bruni, asesor de salud mental y uso de sustancias de la OPS/OMS para la región de las Américas, quien presentó la publicación “Instrumento de Calidad y Derechos de la OMS”, un módulo destinado a movilizar a las organizaciones de la sociedad civil para impulsar y participar en la formulación de políticas que promuevan los derechos humanos.

Este material del organismo internacional brinda información práctica y herramientas para la evaluación y mejora de la calidad y las normas de derechos humanos en el marco de la salud mental. En ese sentido, el documento tiene en cuenta el estigma que pesa sobre las personas con padecimientos mentales, no solamente en la comunidad sino también en los establecimientos de salud mental, que generan exclusión, rechazo y marginalización.

Con encuentros como el de Salta la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones se propone incluir no solo la opinión sino también el asesoramiento de quienes utilizan estos servicios y sus familiares. De esta manera, los involucra activamente a la hora de evaluar la calidad del servicio y analizar las estrategias terapéuticas, además de cumplir con las recomendaciones realizadas al respecto por la OPS/OMS y también por lo legislado por la Ley Nacional 26.657 de Salud Mental.

Al cierre de la actividad que se replicará en otras regiones del país, las organizaciones impulsaron la creación de un Foro Regional Usuarios y Familiares como una herramienta que les permita intercambiar experiencias y saberes en una construcción colectiva de un rol activo en las políticas de salud.