La economía circular del agua, tendencia que promueve una gestión integral
La economía circular del agua, se plantea como un enfoque innovador y necesario en medio de la demanda de recursos naturales a nivel global, ya que aborda la importancia de preservar y gestionar de manera sostenible un recurso finito. La ingeniera e investigadora del INTA El Colorado, Mabel Amarilla, comparte su perspectiva sobre este enfoque, destacando su relevancia en la actualidad y subrayando la necesidad de conciencia ambiental en la gestión del agua.
Ante una creciente y constante demanda de los recursos naturales a nivel mundial, el agua es un recurso crítico cuya disponibilidad se encuentra amenazada por el crecimiento de la población, el aumento de la actividad industrial, la agricultura en expansión y los desafíos del cambio climático. Se estima que alrededor de 90 billones de toneladas de recursos naturales son consumidos anualmente a nivel global, y el agua es un componente fundamental en esa dinámica.
Es en este contexto, que la economía circular del agua surge como potencial solución innovadora que desafía la concepción tradicional de "tomar, hacer, desechar". Este enfoque promueve la gestión sostenible de los recursos hídricos al enfocarse en “reparar, remediar y regenerar el agua”.
En este sentido, la ingeniera e investigadora del INTA El Colorado, Mabel Amarilla, enfatizó sobre la importancia de la economía circular del agua en el contexto actual de conciencia ambiental. “Desde este enfoque se asegura que bienes, productos y servicios mantengan su utilidad y valor en un ciclo continuo" afirmó la ingeniera. Además, la investigadora del INTA mencionó que, aunque Argentina cuenta con abundantes recursos hídricos, enfrenta desafíos relacionados con la distribución desigual de estos recursos. “El 85% del agua superficial se concentra en la cuenca del Río de la Plata, mientras que regiones más áridas luchan contra la escasez. Además, el 30% del agua utilizada en el país proviene de fuentes subterráneas, lo que resalta la importancia de preservar su calidad y gestionarla de manera eficiente”, reflexionó Amarilla.
Amarilla subrayó que es esencial conservar el agua en un momento en que su demanda aumenta y los recursos hídricos son limitados. “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 6) instan a mejorar la eficiencia del agua, aumentando el tratamiento de aguas residuales y promoviendo el reciclaje para 2030. En la actualidad, más del 80% del agua residual se vierte sin tratar, lo que afecta negativamente el acceso a agua potable”, comentó.
La historia de la economía circular del agua se remonta a mediados del siglo pasado, cuando surgieron preocupaciones sobre la sostenibilidad de los recursos naturales finitos, como el agua y el suelo. En respuesta a estas preocupaciones, se desarrollaron conceptos como la sustentabilidad y la sostenibilidad. La comunidad internacional también acordó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como un plan global para abordar desafíos cruciales como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la degradación ambiental.
En cuanto al desafío de promover la economía circular del agua, Amarilla resaltó la importancia de generar conciencia sobre la sostenibilidad de los sistemas y el uso responsable de los recursos naturales y de trabajar, en primer lugar, en la “disposición del”: Para concretar ciclo, primero debemos disponer del agua, este es un privilegio que no todos tenemos. En la ruralidad y en particular en el Gran Chaco Americano, sobre todo en los últimos tres años, climatológicamente hablando, el paso del La Niña, dejó con resultados de balance en déficit. Como resultado, un escenario de escases y con grandes dificultades para el acceso a agua segura para consumo humano y cuestiones básicas del hogar.
Finalmente, la investigadora se refirió a las actividades que se desarrollan en la EEA El Colorado del INTA: “A nivel nacional el INTA tiene muchos trabajos interesantes sobre este tema. Desde la EEA El Colorado, venimos trabajando en varias líneas vinculadas con el acceso al agua, en cantidad y calidad suficiente, prontamente tendremos resultados de una tesis de posgrado, que nos dará luces sobre el agua para las familias, las necesidades en cantidad y calidad, además de nociones sobre cómo los integrantes de la familia administran y gestionan ese recurso. En cuanto la ganadería bovina, estamos contabilizando las necesidades de agua de abrevado en forma detallada, por tamaño, edad, ciclo reproductivo, tipo de alimentación, sumado a las condiciones ambientales que cada día son más rigurosas, este dato nos dará herramientas de diseño y planificación a futuro”, finalizó la ingeniera Mabel Amarilla.
La economía circular del agua se plantea como una de las estrategias potenciales para abordar los desafíos actuales y futuros relacionados con el agua, y así garantizar un futuro más sostenible. En este camino, cada individuo desempeña un papel fundamental al adoptar prácticas responsables en el uso del agua y en la gestión de residuos, contribuyendo de manera significativa a la preservación del recurso.