Homenaje a Jean F. Brierre y su compañera, Dilia Vieux en Casa Patria Grande.
El pasado 14 de junio en Casa Patria Grande, “Presidente Néstor C. Kirchner” se llevó adelante un homenaje al embajador Jean F. Brierre y su compañera, Dilia Vieux, por salvar al Teniente Coronel Alfredo Salinas, el gremialista Efraín García, los coroneles Fernando González, Agustín Arturo Digier, el Capitán Néstor Bruno y el Suboficial Mayor Andrés López del gobierno de Pedro Eugenio de Aramburu e Isaac Rojas.
Un breve repaso al respecto. El 9 de junio de 1956, el General Juan José Valle, junto a militantes peronistas, encabezaron un levantamiento con el propósito de derrocar al gobierno de facto. Tanto el Presidente Pedro Uriburu, como el vicepresidente Isaac Rojas, estaban al tanto de la sublevación por lo que, en un corto lapso de horas, a través de los decretos 10.362, 10.363 y 10.364, establecieron la ley marcial en todo el país y habilitaron la pena de muerte a todas aquellas personas que “amenacen el orden”. Como resultado, se ordenó el fusilamiento de Valle, los 15 militares militares que lo acompañaron y 18 civiles, cuyos asesinatos clandestinos se realizaron en las localidades bonaerenses de Lanús y José León Suárez.
En este contexto, el embajador Jean F. Brierre, el 11 de junio de 1956, decidió salvar la vida de Teniente Coronel Alfredo Salinas, el gremialista Efraín García, los coroneles Fernando González, Agustín Arturo Digier, el Capitán Néstor Bruno y el Suboficial Mayor Andrés López, otorgándoles refugio y asilo a todos, en la embajada de Haití y el 14 de junio de 1956, dio refugio al general Tanco.
Asimismo, su compañera, Dilia Vieux, abogada y activista, también tuvo un rol fundamental en esta historia de heroísmo que se está homenajeando. Cuando integrantes del Servicio de Informaciones del Estado (SIDE), bajo las órdenes del General Domingo Quaranta, ingresaron a su residencia con el propósito de secuestrar y asesinar a los refugiados para fusilarlos, se opuso firmemente a dicho operativo y se paró frente a los asilados con los brazos abiertos, como protegiéndolos y diciendo “antes me van a tener que matar a mi”.
A causa de los hechos recién mencionados, el matrimonio de diplomáticos fueron declarados personas “non-grata” por la dictadura. Durante muchos años estos hechos de notable valentía han pasado inadvertidos en la historia argentina y la memoria colectiva. Sin embargo, gracias al trabajo del historiador revisionista, Salvador Ferla, en 1964 en el libro «Mártires y Verdugos» y al periodista Rodolfo Walsh en su documental “Operación Masacre» dichos hechos han salido a la luz.
Como parte del homenaje se colocó en Casa Patria Grande una placa de homenaje para el matrimonio de haitianos involucrados en estos hechos.
El evento fue organizado en conjunto con Jackson Jean y la Comunidad haitiana en Argentina, con el propósito de realizar un homenaje que ponga en valor estos hechos de lucha militante en épocas tan oscuras de nuestra historia.