Un cuerpo encontrado en el Riachuelo en diciembre de 2007 e inhumando como NN, correspondía a Fernando Javier Ocampo, un joven desaparecido en 2006, que desde entonces era buscado por su familia.
 
La identificación se produjo a través del confronte sistemático de huellas dactilares, realizado por la Oficina de Pericias de la Superintendencia de Policía Científica de la PFA, que asiste al Equipo de Búsqueda e Identificación de Personas NN del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas de la Secretaría de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, conducida por Gonzalo Cané.
 
Esta es otra muestra concreta de la tarea emprendida por el Ministerio de Seguridad, con el objeto de desarrollar una política pública orientada a identificar a las personas halladas –vivas o fallecidas- que son registradas en las dependencias estatales con identidad desconocida, para cooperar con las autoridades judiciales intervinientes, corregir registros policiales y administrativos, y notificar a los entornos afectivos involucrados en cada caso.