Familiares de víctimas de tránsito se sumaron al debate del Código Penal
En un nuevo encuentro de la Comisión que redactará el proyecto para reformar íntegramente el cuerpo normativo, familiares de víctimas de hechos viales asistieron y contaron su experiencia. Además, se discutieron otras cuestiones como crímenes de lesa humanidad y trata de personas.
En mayo de 2002, Kevin Sedano, hijo de Viviam Perrone, murió atropellado por un auto en la localidad bonaerense de Olivos. El conductor del vehículo, Eduardo Sukiassian, fue juzgado y sentenciado a tres años de prisión que, por algunos beneficios procesales, se convirtieron en tres meses, más seis de domiciliaria. Esto motivó a Perrone a convertirse en una referencia ante casos de este tipo.
En este rol de referente es que formó parte del último encuentro de la Comisión que redactará el proyecto de reforma integral del Código Penal. Junto a Gustavo Parra, cuya hija también murió en un accidente vial, discutieron ante los integrantes del órgano creado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos sobre algunos puntos: cuándo debe formar parte de un tipo penal el exceso de velocidad, la conducción temeraria, el uso de estupefacientes y alcohol y cuánto tiempo debe estar inhabilitado un conductor tras protagonizar un accidente de tránsito.
Al mismo tiempo, recordaron los proyectos en esta materia que desde la organización Madres del Dolor -fundada por Perrone pero ya no más a su cargo- son vistos con buenos ojos: en el Congreso, la mayoría nunca llegó a sancionarse.
Estos aportes se realizaron en el marco de la plataforma digital de Justicia 2020, un programa impulsado desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación que permite a ONG y particulares participar de los debates sobre iniciativas en diferentes materias, como la Penal.
El camarista del fuero y miembro de la Comisión, Mariano Borinsky, instó a que sigan interviniendo en estas instancias.
Delitos contra la Comunidad Internacional
La reunión no culminó allí sino que la gran cantidad de temas que aún deben discutirse hace que cada uno de estos encuentros cuente con una agenda amplia y, sobre todo, con varios invitados de distintos ámbitos. En este orden, fueron invitados Jorge Aguad, titular de la Unidad Especial de Lesa Humanidad, y Marcelo Colombo, de la Unidad Especial de Trata; ambos espacios pertenecen a la Procuración General de la Nación.
Aguad formó parte de una discusión que se reavivó en los últimos tiempos y que representaría un avance en la materia: la posibilidad de que el Código reformado incluya una sección de Delitos contra la Comunidad Internacional, en donde se precisen los delitos de lesa humanidad y todos los crímenes de guerra.
Por su parte, Colombo expuso acerca de la trata de personas, y señaló que es necesario tipificar (es decir, establecer el delito) adecuadamente la explotación tanto laboral como sexual, de modo que sean bien distinguibles.
Vale recordar la importancia de que las leyes sean taxativas, o sea, que tengan definiciones claras y acabadas sobre el lugar al que apuntan. De este modo, resulta más sencillo interpretarlas y dejan menos lugar a las discusiones en torno a su aplicación.