“Es obligatorio tomar huellas ante toda medida dictada por un juez”
Con ese aporte, los peritos pueden cotejar con más eficacia a la hora de identificar a un imputado por sus impresiones digitales. Un dactilóscopo del programa de Criminalísitca del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos explica la importancia de esa práctica
La identificación de personas, ya sea que hayan reincidido en un delito o no, es una tarea compleja. Para facilitárselo a la Justicia, se creó el Registro Nacional de Reincidencia, hace casi 40 años, organismo que centraliza la información única de cada persona para que los criminalistas puedan cotejarla con los rastros que surgen de los expedientes, por pedido de un juez o fiscal. Alfredo Marcelo Parisse, abogado y dactilóscopo, se desempeña como asesor jurídico del Programa Nacional de Criminalística. Y es quien habla del importante aporte de obligar a los jueces a que manden a obtener huellas tras tomar una resolución.
-¿Adónde quedan registradas las huellas dactilares en Argentina?
-Tenemos dos grandes registros que trabajan con impresiones digitales: el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer) y el Registro Nacional de Reincidencia (RNR). El ReNaPer, como dice su artículo 1, es el encargado de identificar el potencial humano de la Argentina. La lógica es: se identifica nacimiento, se obtiene el DNI, las distintas renovaciones y el fallecimiento, algo que casi no ocurre, porque generalmente, cuando la gente muere, no se identifica, sólo se entrega el DNI. Habría que tomarles las huellas a las personas que mueren y no se hace.
-¿Y en qué consiste el RNR?
-Ahí están todas las resoluciones judiciales: una prisión preventiva, suspensión de juicio a prueba… Cuando el juez dicta alguna medida, es obligación tomar las impresiones digitales de los implicados, que se mandan junto con la resolución al RNR. Es la única manera efectiva de establecer la identidad de la persona. A veces, en un proceso, se presenta alguien y dice “me llamo José Pérez” y resulta que José Pérez no registra reincidencia (es decir, una causa previa). Pero vos mirás las impresiones dactilares y resulta que no es José Pérez quien dice ser, sino que es Luis Fernández, y ese sí es reincidente. El gran problema es el entrecruzamiento de la información. Es todo por oficio, no es automático. Si el fiscal o el juez no tiene conocimiento de que se puede hacer este entrecruzamiento, no se hace.
-¿Se toma registro sólo de las huellas dactilares?
-El sistema biométrico del RNP tiene varios sistemas, no sólo el de la impresión digital. Porque ahora, ya no se lleva más la foto 4×4, la sacan ahí. No se hace sólo para tener registro de la cara, sino que establece un código biométrico, de acuerdo a la ubicación de la nariz, los ojos, las orejas, etcétera.
Las dos tareas más importantes que realiza Reincidencia son recibir todas las resoluciones judiciales y ser el único organismo capacitado para informar los antecedentes penales de una persona. Al juez o al fiscal.
-¿Cuánto tiempo lleva comparar huellas dactilares encontradas en un lugar de un hecho criminal con las del RNP?
-Si se trabaja una huella contra los registros de las 45 millones de personas, multiplicadas por los diez dedos de cada una, va a tardar unas tres horas. De todos modos, más allá de los resultados que tira el entrecruzamiento, tanto Reincidencia como Policía, el informe final lo da un perito dactiloscópico. Siempre. Porque la máquina no te da la certeza. La máquina busca diseños biométricos, va uniendo puntos característicos, crea un diseño y tira unas 15 posibilidades. A esas posibilidades les da un valor: 100 por ciento, 50 y así. Pero el perito es el que toma la decisión y dice si es o no lo que se está comparando. La máquina no trabaja dactiloscópicamente hablando, trabaja biométricamente. Lo mismo sucede para las caras. Las máquinas sacan diseños biométricos del rostro, no comparan imágenes.
-¿Se puede presentar una irregularidad?
-El cambio de identidad es habitual. A veces se da por inocencia. Por ejemplo, identificando personas, por trámites (portación de armas, cartas de ciudadanía, etcétera) les pedían el registro de antecedentes, y lo primero era solicitar el DNI: si no se tienen la idoneidad y los elementos para saber si ese documento es falso o no, es lo mismo que nada. Cuando cotejábamos la impresión digital del DNI con la que tomábamos de la persona, no lográbamos determinar su falsedad.
-¿Son intentos deliberados?
-Hay gente que intenta deliberadamente evitar que la identifiquen, pero no siempre. Una vez nos pasó que no coincidía (las huellas del registro con las del documento de identidad). Le pedimos otro dedo, otro… Todos: No existía el dígito que aparecía sobre la foto en el documento. Le preguntamos de quién era la impresión digital y nos dijo: “Es de mi hermano, porque el día que había que retirar el DNI, yo no podía ir, así que lo retiró él”. Podría haber ido preso por falsificación de documentos.