Isasa expuso en la jornada sobre Desarrollo sustentable organizado por el diario El Cronista, en el panel titulado “Finanzas verdes: compromiso y oportunidad”, junto a la responsable de Gobierno Corporativo y Sustentabilidad de la Bolsa de Valores de Argentina (ByMA), Julieta Artal Conte.

El director detalló el programa de finanzas sostenibles de la Comisión Nacional de Valores, los comienzos de la promoción de instrumentos verdes y sociables regidos por reglas básicas hasta llegar a la política pública actual que le da sustento financiero a los cambios para vivir en un ambiente más sano.

“El camino que tenemos que seguir es levantar la vara, ser más exigentes en la regulación y en la supervisión. El gran miedo en el mundo es el greenwashing, o sea enverdecer una actividad que no genera los supuestos beneficios medioambientales”, explicó Isasa.

El directivo admitió que al comienzo no se podía exigir “una reglamentación que siguieran los más altos estándares internacionales porque, probablemente, hubiéramos matado al mercado antes de nacer”. Pero, a partir del desarrollo alcanzado en la actualidad para obtener los recursos que financian los proyectos, “llega el momento del regulador de exigir, controlar y tener mayor presencia en el destino de esos fondos; que efectivamente vayan a esos proyectos y generen el impacto esperado”.

Esta gestión de la CNV sigue profundizando una “política pública que el gobierno lleva adelante y debería tener continuidad” en el tiempo, destacó.

Los distintos instrumentos, desde bonos públicos a fideicomisos financieros, fondo común de inversión cerrado o la ON están a disposición de grandes compañías, empresas pequeñas, PyMEs, cooperativas u asociaciones civiles.

El mercado de emisiones social y verde “crece constantemente”, dijo Isasa, quien recordó en la CNV “tenemos guías específicas, qué son los bonos SVS, qué son los certificadores, quienes son, qué mirada hacen respecto de los emisores, y otra guía de la visión que debería tener un inversor social y de impacto”.