“Cuerpos defectuosos”, instalación sobre los cuerpos que quedan fuera de la industria de la moda
La muestra de arte textil invita a reflexionar sobre estereotipos corporales y modelos hegemónicos, revalorizar el rol de la modista y difundir la soberanía de la indumentaria. En el Museo del Traje, con entrada libre y gratuita.
Cuerpos defectuosos, en exhibición en el Museo de la Historia del Traje, es una muestra de arte textil, que trata sobre los cuerpos que quedan fuera de la industria de la moda. Se puede visitar hasta el lunes 16 de octubre de 13 a 19, con entrada libre y gratuita.
En esta instalación, la artista visual Victoria Azcona trabajó sobre la problemática de los cuerpos que se encuentran por fuera de los parámetros de talles establecidos por la industria de la indumentaria, cuerpos a los que socialmente se considera defectuosos y a los que se los excluye de la industria, que oculta la diversidad de talles, pesos, alturas y medidas que los constituyen, normalizando y marcando estándares casi imposibles de alcanzar.
“Cuerpos defectuosos se propone reflexionar sobre los estereotipos corporales y modelos hegemónicos, revalorizar el rol de la modista y difundir la soberanía de la indumentaria”, explica la curadora de la muestra, Emilia Demichelis, también artista visual textil, y agrega: “En un momento en el que la sociedad toda debate en torno a las problemáticas derivadas de la exposición de los cuerpos, los cánones de belleza impuestos principalmente a las mujeres y los ejes de discusión abiertos por las corrientes feministas, Cuerpos defectuosos nos invita a desarticular las ideas cristalizadas, arraigadas socialmente, sobre lo bello y sobre nuestros cuerpos”.
Para el desarrollo de la exposición, Victoria Azcona tomó como punto de partida el libro Método de corte Sistema Mendía, en su 36.ª edición, de 1952, un manual destinado a mujeres amas de casa, que traía moldes para confeccionar indumentaria de modo artesanal. El proyecto –que cuenta con el apoyo de Mecenazgo 2022 y de la Fundación Banco Itaú– consiste en cuatro esculturas textiles, que son modelo de las prendas que aparecen en el libro, respetando el molde, los cortes y costuras. Cada una resalta algún aspecto que el libro considera “defectuoso”, de acuerdo a las tablas de medidas estandarizadas que aparecen en el libro y las variaciones, las medidas que se salen de la norma, que son expuestas como “exageradas” o “gruesas”.
Azcona, artista visual, vestuarista y docente, habla sobre los estereotipos corporales, la ley de talles y la soberanía de la indumentaria.
-La muestra se llama “Cuerpos defectuosos. Soberanía de la indumentaria”. ¿Por qué el título?
-Cuerpos defectuosos surge de un libro, un manual de moldería de 1952, en el que se enseña a hacer moldes para hacer ropa y se enseña también a tomar las medidas para poder hacer esos moldes. Cuando explica las medidas a tomar, por ejemplo del largo de espalda, el ancho de hombros, el contorno de cintura y de busto, dice: “las personas medianas miden tanto, las personas gruesas miden tanto” y a las personas que no cumplen con ciertos estándares las nombra de diferentes maneras. En un caso, cuando toma el largo de espalda, dice que si el largo de espalda es mayor al delantero, a eso se lo considera un “cuerpo defectuoso”. Y, en cada una de esas mediciones, el libro va nombrando lo que considera defectuoso y lo nombra como “casos raros”, “exagerado desarrollo”, entre otras formas. De ahí tomé el nombre para ponerle la muestra.
-¿Y la soberanía de la indumentaria?
-También tiene que ver con el libro, con la idea de poder hacernos nuestra ropa de ropa, que es una práctica que en los años cincuenta era muy común. El libro les habla a las mujeres, que solían hacerse ropa para ellas o para sus familias o para vender fuera, y un poco estábamos en los márgenes de la industria de la moda. Hay un proceso interesante para analizar desde los años cincuenta hasta ahora, de cómo se industrializó toda la ropa. La propuesta de la muestra, tal vez un poco utópica, es animarnos a salirnos de la industria de la moda, animarnos a poder hacernos nuestra propia ropa o llevarla a la modista, porque lo que sabemos es que la industria de la moda deja fuera a un montón de cuerpos, entonces vengo con una contrapropuesta un poco anticonsumo de una industria excluyente.
-Cuando se editó el libro, había determinados cuerpos hegemónicos, ¿eran parecidos a los que se consideran ideales ahora o hubo cambios?
-La edición del libro que yo tomo es la número 36.ª, de 1952, pero ya tenía ediciones en 1913, y hubo cambios tanto en los modelos corporales como en las modas. En 1952, a la que se consideraba un ícono de la moda era a Evita. En esa época el corte de la ropa es en la cintura y se usa lo que se llama “cinturita avispa”, o sea, cinturas muy pequeñas, que es el modelo que representaba Eva Perón.
-A los que entonces no eran hegemónicos, se los llamaba exagerados, gruesos, casos raros, como mostrás en tu exposición. ¿Qué pasa hoy con esos cuerpos?
-A los cuerpos que hoy están por fuera de los cánones de belleza, siento que hay una dificultad para nombrarlos. Por supuesto que llamar cuerpos defectuosos o casos raros a un cuerpo suena brutal, sin embargo el libro los incluye. Hoy se les dice moldería inclusiva, modelaje inclusivo, cuerpos inclusivos, modelos de talla plus size. Más allá de los cambios en las formas en que los nombramos, que por supuesto son menos violentas, todavía estamos bastante lejos con respecto a incluirlos en la norma de talles y, por ende, en la industria de la moda. Muchísimas marcas no trabajan con cuerpos que se salen de los estándares, deciden directamente eliminarlos, invisibilizarlos de algún modo, lo cual es bastante violento. Algunas marcas empezaron, muy de a poco, a tener talles grandes pero, por ahora, veo que queda sobre todo campañas y no en algo cotidiano.
-¿Cómo se relaciona con la ley de talles, que se aprobó en 2019 y se reglamentó en 2021, pero aún falta la implementación?
-Hoy, la que decide los talles es la industria de la indumentaria, cada marca elige su propio talle, lo cual es bastante raro, porque vas a comprarte un pantalón y un 42 de una marca no es el mismo 42 de otra marca y, aparte, cada una decide hasta qué talle hace, no se sigue la ely. También vale aclarar que es el único país del mundo donde se hizo una ley de talles; en otros países no se necesitó porque siguen las normas sugeridas, pero acá no. Tenemos esperanzas en que la ley de talles venga a resolver este problema, que las empresas tengan que seguir un parámetro. No van a estar obligadas a hacer todo el margen de talles, pero sí a trabajar con un segmento, cumplir ese segmento y, sobre todo, informar cuál es ese segmento de talles que estén trabajando. Con un escáner corporal, en 2021 se realizó una medición antropométirca a más de 10.000 personas a lo largo y ancho del país. Esos datos se están analizando. Las nuevas tablas de medidas van a tener una mirada, primero territorial, van a ser las tablas de medidas de la República Argentina y, aparte, van a incluir variables de edad, de altura y de género. Entonces, el nuevo sistema de tablas y talles va a estar más ajustado a la realidad.
-Explicabas que había diferentes sistemas de moldería, sin embargo todos enseñan a hacer moldes para los cuerpos considerados estándar y talles alrededor de esos cuerpos estándar, por lo cual muchos cuerpos no están contemplados en los métodos de moldería. Con una mirada más inclusiva, ¿se podrían elaborar sistemas para incluir a todos los cuerpos?
-Hay muchísimos sistemas de moldería, sin embargo no están preparados para hacer todos los cuerpos. En ese sentido, cuando empecé a hacer las esculturas, tuve que aprender a hacer los moldes para los “cuerpos defectuosos”, que son los que represento en la exposición. Investigué, consulté y así pude hacerlos, así que sí, es posible tener sistemas de moldería que los incluyan.
-¿Qué consecuencias creés que tendría esa inclusión?
-Creo que sería positivo si se llegara a implementar la ley de talles, ya que los talles estarían más ajustados a la realidad. Sería muy bueno estimular a las empresas a que se animaran e hicieran talles verdaderamente reales, no me gusta decir inclusivos, tomados de las muestras que se hicieron para la ley. Lo positivo sería que se implementara lo antes posible la ley de talles.
-Cuando estás en la muestra, ¿qué ves que le genera a los visitantes encontrarse con las esculturas?
-Entre risas y de algún modo como un juego, las personas se me acercan y me dicen, o escucho que se dicen entre ellas, que se sienten reconocidas en algunos de esos cuerpos. Dicen: “Yo soy este, yo soy este otro, yo tengo un poco de exagerado desarrollo y un poco de casos raros, yo tengo un poco de más largo, yo tengo un poco de lo otro”. No me lo esperaba y me sorprendió con gratitud ver a la gente reconociéndose en las esculturas, porque uno de los objetivos de la muestra era visibilizar estos cuerpos. El trabajo artístico lo hago para compartir y que las personas puedan interactuar y se sientan identificadas, para mí, es una experiencia súper gratificante el lugar que tomaron las esculturas y cómo lo tomaron las personas.
Cierre: lunes 16 de octubre (feriado).
De miércoles a domingos de 13 a 19
Museo de la Historia del Traje
Chile 832, Ciudad de Buenos Aires.
Foto de apertura: Télam.