COVID-19 y el trabajo en casas particulares: ¿cómo afrontar la salida del confinamiento? Diálogo tripartito entre países del sur de América y Europa
Países de América del sur y Europa compartieron medidas que están tomando para proteger los ingresos de las y los trabajadores, así como para garantizar su salud y seguridad en el trabajo, para una salida gradual del confinamiento en lo referido al trabajo doméstico, en el marco de una serie de intercambios online en los que se abordan también otros sectores productivos.
Se realizó el webinar COVID-19 ¿Cómo nos preparamos para la salida gradual y selectiva del confinamiento en el trabajo en casas particulares?, organizado por la Organización Internacional del Trabajo, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo de Argentina, la Fundación EULAC y el Programa de la Unión Europea EUROsociAL+.
El webinar forma parte de una serie de reuniones de intercambio online que se iniciaron en el mes de junio de 2020. En esta oportunidad el diálogo fue orientado al trabajo en casas particulares, entendiendo por ello todo el espectro de tareas de y en los hogares, incluidas las de cuidado. Así, representantes de los gobiernos, de trabajadores, empleadores y expertos de países de Sudamérica y Europa, compartieron y reflexionaron sobre las medidas en curso, retos y aprendizajes a tener en cuenta dentro del contexto de crisis generado por el COVID-19, con el fin de preservar empleos e ingresos y las condiciones de salud y seguridad para este colectivo de trabajadores, en su mayoría mujeres, y uno de los sectores más afectados por las consecuencias derivadas de la pandemia por su alta informalidad.
De la apertura de este seminario virtual, moderado por Maribel Batista, especialista Principal en Actividades con los Trabajadores de la Oficina de la OIT para el Cono Sur, participaron Fabio Bertranou, director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, quien destacó la importancia de este seminario, puesto que abarcó las problemáticas que afectan a uno de los segmentos laborales más afectados por la pandemia. “A pesar del importante rol que cada día cumple el trabajo doméstico en miles de hogares, la pandemia ha dejado en mayor evidencia la desprotección de las trabajadoras que ejercen esta labor, la mayoría de ellas mujeres, y en particular, en relación a las condiciones de seguridad y salud mínimas que deben enfrentar diariamente”.
Por su parte, Adrián Bonilla, director de la Fundación EU-LAC, dijo que la mayoría de los trabajos en casas particulares y de tareas de cuidados son realizados por mujeres, con lo cual resaltó que hay que avanzar mucho en términos de equidad social. “Este evento es muy importante y este tema debe tener continuidad para buscar escenarios alternativos para que estas realidades marcadas por la precariedad puedan mejorar”. Asimismo, Laure Rogés, representante DEVCO de la Unión Europea, destacó que se han enfrentado, y aún continúan enfrentándose, a esta crisis en Europa. Al mismo tiempo, han reorientado el enfoque de acción internacional para apoyar a los países socios en América Latina. “Conscientes de que la crisis del Covid19 acentúa las desigualdades y amenaza la cohesión social, tal como lo recordó ayer mismo la comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, la lucha contra las desigualdades y las políticas para la cohesión social va a permanecer en el centro de la cooperación entre Europa y América Latina”.
A su vez Daniel Pérez, Director Nacional de Empleo de Uruguay, mencionó algunas de las medidas que tomó el gobierno uruguayo para acompañar a los/las trabajadores/as del sector, aunque reconoció que, a pesar de ello, la pandemia “nos ha dejado claro que hay debilidades importantes, sobre todo en el sector informal”, es por ello que hay que continuar trabajando, “hay que agudizar el ingenio para que en la salida de la pandemia brindemos ayuda sobre todo para levantar el desempleo”.
El intercambio, además, contó con la presencia de Carmen Britez, secretaria de la Unión del Personal Auxiliar de Casas Particulares de Argentina (UPACP) y vicepresidenta de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) quien puso de relevancia la importancia de escuchar las voces de los/las trabajadores/as de casas particulares. Resaltó la importancia de la existencia de una ley para este colectivo e informó sobre el protocolo presentado a nivel nacional y provincial para un retorno seguro al trabajo. El mismo cuenta con una APP destinada al trabajador y al empleador, que incluye una autoevaluación sobre riesgos y prevenciones de contagio y un botón de llamado al número 144 por violencia de género. Destacó que el sector de trabajo en casas particulares tiene una informalidad muy alta y que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), medida adoptada por el Gobierno argentino para ayudar a las personas más vulnerables, comprendió a la mayoría del universo de trabajadores/as de este sector, tanto para informales como para los formales, y puso de relieve la asistencia del sindicato en el asesoramiento de todos estos temas.
Camila Jordán, directora del Trabajo de Chile, habló sobre la legislación chilena en relación al trabajo de casas particulares, destacando que el empleador debe garantizar al trabajador la seguridad y salud para un trabajo decente. Asimismo, mencionó algunas de las medidas adoptadas por el gobierno chileno por la pandemia para este colectivo de trabajadores/as y destacó su labor como un gran aporte a la sociedad.
María Gema Quintero Lima, Vicedecana del Grado en Relaciones Laborales y Empleo de la Universidad Carlos III de Madrid, brindó información sobre las estrategias planeadas en varios países de la Unión Europea y Reino Unido. Acentuó sobre todo que en aquellos lugares donde hubo diálogo, sobre todo tripartito, las soluciones han sido más amplias y efectivas.
Asimismo, Lucía Gándara, del Sindicato Único de Trabajadores Domésticas de Uruguay, habló de las dificultades que atraviesan los/las trabajadores/as y lo que habría que tener en cuenta para aliviar la situación frente a la pandemia. Remarcó la solidaridad económica entre ellos/as frente la vulnerabilidad de la situación ya que las medidas brindadas por el gobierno son insuficientes. Además, conversó sobre los protocolos que se tienen en cuenta cuando se ingresa a un domicilio y del sacrificio de muchos/as trabajadores/as que se ven obligados a trabajar ante la necesidad económica.
En concordancia con lo anterior, María Cotal, de la Federación Nacional de Trabajadoras de Casa Particular de Chile, informó que frente a la pandemia causada por la Covid-19 muchos/as trabajadores/as han sido despedidas o enviadas a sus casas. Señaló que las medidas adoptadas por el gobierno chileno no alcanzan a este colectivo de trabajadores/as y es por ello que solicitan el acceso a una renta básica de emergencia. Finalizó su discurso diciendo que “ante la necesidad, la dignidad se arrodilla”, refiriéndose a aquellas madres jefas de familia que se arriesgan a ser contagiadas porque deben alimentar a sus hijos.
María del Mar Ortolano, Coordinadora del Tribunal de Trabajo para el personal de Casas Particulares del Ministerio de trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina destacó que es muy alto el nivel de empleo que hay en este rubro y la mayoría son mujeres, siendo un 44% jefas de hogar. En Argentina este colectivo de trabajadores/as fue alcanzado por el IFE y por la prohibición del despido, ambas medidas adoptadas por el gobierno. A su vez, resaltó la importancia de estos espacios de diálogo para lograr un retorno seguro de estas trabajadoras ya que “es importante cuidad a quienes nos cuidan”, preservando su ingreso y mediante los protocolos que el gobierno brinda.
El cierre estuvo a cargo de Francesco María Chiodi, Coordinador de Políticas Sociales del Programa de la Unión Europea EUROsociAL+, quien se refirió al trabajo doméstico como un tema altamente sensible por la vulnerabilidad del sector, por su alta prevalencia de informalidad que la pandemia ha agudizado. A su vez, mencionó tres líneas maestras para abordar las difíciles condiciones de las trabajadoras domésticas: “la protección de la salud, el apoyo al empleo y a los ingresos y la formalización: la tríada de una política integral que apunte a un cambio en profundidad”.