Cómo funciona el grupo de élite que protege a testigos
Los Lobos es un equipo especial de protección compuesto por hombres y mujeres que fue creado a partir de la Ley del Arrepentido. Se entrenaron en Canadá. Cuándo actúan.
“Lo que trajo la Ley del Arrepentido son testigos en delitos que antes no teníamos, como delitos contra la administración pública o financieros. Ya existía la figura del arrepentido para otros delitos, pero con las nuevas figuras aumentó el número de personas que ingresaron al Programa Nacional de Protección de Testigos e Imputados”, explicó el subsecretario de Justicia y Política Criminal de la Nación, Juan José Benitez.
Pensando en las tareas específicas que se requieren para proteger a las personas que ingresan a este programa, para resguardar su vida por la información que brindan, es que se creó el equipo especial “Los Lobos”: son agentes –hombres y mujeres- del Grupo Especial de Protección (GEP), y formaban parte del Grupo Especial de Intervención (GEI) que depende del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Este “cuerpo de élite” fue creado especialmente para intervenir en esta iniciativa que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
El grupo fue creado porque, señaló Benitez, “el programa tiene cada vez más requerimientos, más necesidades operativas. Opera en casos de mayor complejidad que merecen un abordaje profesionalizado y altamente capacitado”.
Un equipo interdisciplinario
Entre 2003 y 2015, hubo 543 casos de personas que ingresaron al Programa de Protección de Testigos en el marco de causas que investigaban delitos como, por ejemplo, el narcotráfico y la trata de personas. Es decir, un promedio de 40 por año. Pero con los nuevos delitos contemplados en la Ley del Arrepentido –aprobada a fines de 2016-, el promedio subió a más de 150 casos por año.
Benitez remarcó que “el promedio también aumentó, porque a partir de todas las medidas de profesionalización, la Justicia comenzó a confiar más y a apostar por el programa”. La actuación de Los Lobos está contempla en casos de “personas que corren grandes riesgos, con traslados que pueden ser muy peligrosos”, explicó.
“Tenemos un equipo interdisciplinario, con evaluadores de riesgo, encargados de seguridad, personal administrativo, informático y jurídico, y una línea telefónica las 24 horas para emergencias con personal capacitado en contención psicológica. Además desarrollamos un software para que la información no sea vulnerable”, añadió el subsecretario.
La tarea de este grupo no es menor. Es que ingresar al programa requiere una serie de cambios drásticos en la vida de las personas: una nueva ubicación, una identidad diferente, el alejamiento de la familia. También hay otros cambios menores, como un acceso restringido a sistemas informáticos y la prohibición absoluta del uso de redes sociales.
Los Lobos fueron entrenados en Canadá, país que cuenta con uno de los mejores programas de protección de testigos el mundo.
Benitez consignó que se consiguió “el apoyo del gobierno canadiense, de su Policía Montada, una institución de gran credibilidad. Por primera vez abrieron sus puertas para capacitar a un estado extranjero”. También se firmó un convenio con la Corte Penal Internacional “e ingresamos a la Red Europol de Programas de Protección de Testigos e Imputados”, concluyó.