Los jueces Adrián Grünberg, José Michilini y Ricardo Basílico determinarán si hubo un incremento injustificado del patrimonio del funcionario entre los años 2003 y 2015. Este incremento está dado por:

1. Los bolsos con dinero

El 14 de junio de 2016, en el monasterio “Nuestra Señora de Fátima”, en el partido de General Rodríguez, López “fue descubierto, ametralladora en mano, arrojando bolsos y valijas por encima de la empalizada”, con la tenencia en su poder de U$$ 8.982.047, €153.610 euros, $ 59.114 pesos, y dos relojes marca Rolex.

La OA había afirmado que “López nunca tuvo una economía que se nutriera de ingresos salariales lícitos”. Y agregó: “Hubo que esperar que ocurriera el desenfrenado episodio de aquella madrugada de junio para poner en blanco sobre negro su verdadera situación patrimonial”.

2. La casa de Dique Luján

Se determinó que López y su esposa, María Amalia Díaz, vivían en un inmueble ubicado en la localidad de Dique Luján, partido de Tigre, que supuestamente alquilaban a terceros, cuando en realidad lo habrían comprado y refaccionado utilizando prestanombres para ocultar su carácter de verdaderos propietarios de la vivienda.

3. Departamento de la Av. Las Heras

Para adquirir un inmueble en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, López se habría valido de dos personas que, en nombre de la empresa “Marketing y Eventos S.A.” prestaron sus nombres para la compra.

De este modo, “los titulares registrales de todas las propiedades que integran el objeto de este expediente se tratan de meras personas interpuestas que fueron cómplices para hacer posible el incremento patrimonial delictivo de López”. En particular, la OA detalló que “todos ellos eran lobbistas, contratistas o proveedores del Estado ampliamente beneficiados durante la década en que López prestó servicios a la Nación”.