1- Contanos un poco como nace tu primer impulso por las artes plásticas o visuales.

Tengo recuerdos de muy chiquita con “travesuras” que involucraban el dibujo, una vez hice un dibujo en la pared arriba de la cama de mi abuela, era una casita muy chiquita, típica, nada especial…. Solo que tenía una chimenea y de ella salía una nubecita de humo, pero ese humo se iba agrandando mucho… no sé qué edad tenía en ese momento, pero si veo el humo convirtiéndose en algo cada vez más grande hasta ocupar una buena parte de la pared arriba de la cama. Otra vez, me entusiasmé al descubrir que con la punta de un clavo podía rayar la heladera al saltar la pintura blanca, apareciendo abajo el metal, y aunque mi papa se enojó mucho por el resultado y el dibujo, al preguntar quién lo había hecho, nunca confesé el crimen, aunque me encantó la técnica de esgrafiado antes de saber que existía….

2- ¿Cómo encaraste tu formación más avanzada? ¿Autodidacta o tuviste Maestros?

La formación es un proceso continuo, después de terminar el secundario, hice las escuelas de Bellas Artes M. Belgrano y P. Pueyrredón. Además de excelentes maestros como fueron O. Attila Y G. Labró, aprendíamos mucho entre los propios compañeros y compañeras gracias al intercambio, las ganas de hacer, salir a pintar, participar de acciones vinculadas con la política, como fueron el siluetazo, los murales sociales o las convocatorias a pintar para los soldados de Malvinas, siempre se aprende, son caminos para no dejar de andar.

3- ¿Cómo fluye tu inspiración frente al bastidor al encarar una nueva obra? Tenes estructuras?

Más que inspiración creo en el estar trabajando, siempre dentro de la cabeza estás pensando en ese sentido, hay una mirada plástica que se apropia de todo lo que ves. La tela en blanco provoca miedo, por eso arranco con un color de base, si trabajo sobre papel busco papeles con algo de tono. La estructura es algo que no puede dejar de aparecer, es como en la vida, la búsqueda de equilibrio entre las diferentes cosas que nos pasan, podemos caernos pero te levantas y seguís el camino, con dolor o alegría, con frustraciones varias, el arte mismo es la vida.

4- ¿Tu obra tiene un concepto muy interesante con todo el abanico de tonos que plasmas, podes hablarnos de eso?

En esta serie intento profundizar en el color, con todas sus posibilidades expresivas, me entusiasma mucho ver lo que provoca en el otro/a. Escucho y siento las emociones más diversas relacionadas con la obra, y si logré conmover a otro ser humano… es mi mayor fortuna.

5- ¿En cuanto a la técnica, como podrías describirla?

La técnica suele ser un gran disparador y desde hace mucho me interesan las técnicas mixtas. Trabajo con acrílico de color en la base unificando cada serie de color, luego la composición con papeles cortados con los dedos y acomodados para una primera lectura compositiva, poner o sacar hasta encontrar algo interesante, recién ahí se pegan. Suelo dibujar con tiza hasta encontrar la forma que me interesa, vinculando esos pedazos de papel sobre el plano de color, así hago el recorrido que se transformará en algo definido y definitivo sobre lo que voy a trabajar con varios tonos de pastel al óleo, generando superposiciones de color, transparencias, intensidades o planos definidos, siguiendo esa composición. Algunas veces me gusta tomar riesgos, poner un papel de color muy saturado y jugar con ese punto focal tan perturbador para ver como consigo equilibrar la tensión que provoca entre otros tonos buscando una concordancia.

6- En ocasiones, en el colectivo del espectador, se cree que realizar obras abstractas es algo fácil, que es “manchar el bastidor”, ¿qué opinión tenes formada sobre esa creencia, y que le aconsejarías a algún artista emergente en ésta disciplina?

La no figuración en mi caso es una elección. Pero se deben usar conocimientos de color, forma, valor y estructura, no es hacer cualquier mancha, no es una improvisación. Al abordar la figuración o la abstracción es necesario saber ver, haber aprendido a dibujar y llegado el caso, en la NO FIGURACIÓN desprenderse del relato, uno elige.

7- Tuviste oportunidad de exponer tus obras muchas veces y en diversos espacios. ¿Qué experiencia te llevas de todo eso?

En cada muestra pasan cosas interesantes, te encontras con los demás, con la mirada del otro que te dice lo que ve en tu obra, muchos necesitan encontrar un relato y me gusta oír lo que transmite el trabajo, que emociones, sensaciones e imágenes provocan, a veces me sorprendo con historias que en palabras yo no sabría decir, contadas por los ojos que miran esos cuadros.

8- ¿Como ves el rol de la mujer artista plástica hoy en día en el circuito nacional?

El circuito nacional de arte en general es muy difícil, no hay una puesta en Valor de las artes Plásticas, bastante poco espacio y recursos brindan los entes oficinales, nacionales, provinciales o municipales para la circulación del Patrimonio Nacional y de las producciones contemporáneas y honrosas excepciones como este ministerio de economía o los pocos espacios oficiales que nos quedan manteniendo esa mirada de política cultural soberana. Gracias a muchas y denodadas luchas por sus derechos que vienen realizando las mujeres, muy lentamente venimos avanzando en la construcción y ocupación de espacios que hasta hace muy poco eran casi exclusivamente para los varones, no es nada fácil, la tarea es permanente, ni hablar si además de ser trabajadora del arte, también trabajas para tu economía y decidís formar una familia, tener hijos, ocuparte de ellos en presente.

9- ¿Cómo planificas tu futuro artístico inmediato?

No estoy planificando el futuro inmediato, solo trato atravesar este presente con mucha incertidumbre, lo que nos pasa como país no nos es lejano, los artistas son personas “sentipensantes” y la realidad nos duele como a todos los que vamos de a pie. Tengo en mente cuestiones relacionadas con proyectos a futuro pero todavía no hablo de ellos, hablará con la obra lo que tenga que salir.