Breve reseña histórica de una Ley histórica
Compartimos un resumen de cómo el colectivo travesti trans logró poner en agenda pública la necesidad de ampliar sus derechos: de los edictos persecutorios en la vía pública, al primer título no binario de una facultad, pasando por la historia de Luana, la primera niña trans en tener su DNI con género autopercibido en el mundo.
En la década del ‘90 el colectivo travesti/trans argentino puso en debate público la legitimidad de sus cuerpos en la ocupación del espacio público, del cual era expulsado a través de figuras jurídicas que criminalizaban la identidad y expresión del género, con detenciones ilegales y arbitrarias. Gracias a la movilización y el reclamo político, el movimiento trans consiguió poner como tema en la agenda pública a la identidad de género, mientras que a través del reclamo jurídico, a la vez, logró jurisprudencia sobre el reconocimiento de la identidad trans.
En 2006, en el informe “La gesta del nombre propio”, se informa que la aplicación de silicona industrial aparece como tercera causa de muerte en las personas travestis y trans. Antes de la Ley de Identidad de Género, las modificaciones corporales del colectivo trans eran supeditadas a ser prácticas clandestinas. Las personas travestis/trans eran expulsadas especialmente de los hospitales públicos. Antes de la norma N° 26743, las operaciones de reasignación sexual se realizaban sólo por órdenes judiciales, producto de litigios muy largos, donde un juez o un magistrado decide si una persona es mental y físicamente “transexual”.
En 2007 se inicia en Argentina el proceso de derogación de las figuras jurídicas que criminalizaban la identidad y expresión de género travesti/trans en los Códigos de falta y Contravencionales.
En 2011, CABA, Santa Fe y Salta se convirtieron en las primeras jurisdicciones en reconocer la identidad de género trans por vía administrativa.
El 9 de mayo de 2012, finalmente, y por 55 votos a favor y una abstención, el Senado de la Nación Argentina aprobó la Ley de identidad de Género, que garantiza el libre desarrollo de las personas conforme a su identidad de género, corresponda o no éste con el sexo asignado al momento de nacer.
En junio de 2012 se realizó la Primera Encuesta Nacional sobre la Población Trans: Travestis, Transexuales, Transgéneros y Hombres Trans, que se llevó a cabo en La Matanza, fue una iniciativa en conjunto del INDEC , el INADI y distintas organizaciones que trabajan la temática de la diversidad sexual. Tuvo como principal objetivo describir las condiciones de vida y las características sociodemográficas de la población trans, como así también investigar sus experiencias de discriminación, alfabetización jurídica y acceso a la justicia. Esta prueba piloto de encuesta de población trans tenía como intención replicarse en todo el país y abarcar a todas las provincias del territorio nacional.
El 9 de octubre de 2013, Luana se convirtió en la primera nena trans del mundo en recibir un DNI de acuerdo a su identidad autopercibida con un trámite administrativo, sin recurrir a la Justicia. Tenía seis años.
El 29 de mayo de 2015 se publicó en el boletín oficial el decreto 903/2015 que reglamenta el artículo 11 de la ley 26.743 que enumera las intervenciones quirúrgicas que ayudan a adecuar el cuerpo a la identidad de género autopercibida y los tratamientos hormonales integrales.
Desde el INADI se realizaron gestiones junto a la Superintendencia de Servicios de Salud para que las obras sociales, prepagas y hospitales públicos cubran y reconozcan los tratamientos requeridos dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO). Esto significa que los servicios de salud del sistema público, de la seguridad social de salud y de los sistemas privados tendrán que incorporar los tratamientos a sus coberturas. Existieron dictámenes positivos en este sentido en el área de Jurídicos frente a las denuncias realizadas en el área de Asistencia a la Víctima.
En julio 2021, a partir del Decreto presidencial N°476/21, Argentina se convirtió en el primer país de la región en reconocer identidades más allá de las categorías binarias de género en los sistemas de registro e identificación. Este derecho sólo fue posible porque toma la Ley de Identidad de Género como pilar argumental para respetar a quienes no se identifican con el binomio varón/mujer.
En abril 2022, Argentina otorgó el primer título no binario a un “profesore” por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Plata.
Continuará…