Apuesta a la integración laboral de personas con discapacidad
Mediante una red de talleres protegidos y autosustentables, una ONG fomenta el trabajo de las personas con discapacidad. Además, contribuyen con empleadores que ofrecen puestos para esos jóvenes.
Hay gente cuya misión es la de unir mundos que suelen transcurrir separados. Construye una sociedad más inclusiva en la que las partes pueden nutrirse mutuamente. La Usina es una asociación civil sin fines de lucro que nació en 2002 para concientizar sobre la visibilidad de las personas con discapacidad, intentando modificar la mirada que instaura la diferencia.
La Usina engloba tres proyectos sincronizados: La Usina, asociación Civil, RedActivos, y Gota, un estudio creativo inaugurado en 2016. El staff lo integran 14 personas y a los distintos proyectos se suman colaboradores de acuerdo a las necesidades de cada proyecto.
“RedActivos es una interfase entre emprendimientos productivos a los cuales asisten trabajadores con discapacidad, que se dan en el ámbito de lo que se conoce como talleres protegidos. “Vamos a los emprendimientos, les hacemos el acompañamiento, fortalecimiento y gestión, ayudamos a generar un mercado y lo que tiene que ver con la logística, para que sea competitivo”, explica el actual presidente, Javier Lioy.
La red está formada por 16 emprendimientos, lo que implica aproximadamente unos 600 trabajadores, en un 95 por ciento con discapacidad intelectual. “Tenemos un flujo de trabajo continuo, una interfase que básicamente se mueve como un modelo empresarial, buscado hacer desde desarrollos de mercados hasta de productos y servicios, pero con el fin de dejar capacidades instaladas en cada taller que es parte de la red”, explicó.
Los trabajadores pasan de una situación focalizada en su aspecto terapéutico y en el trabajo voluntario a una de sustentabilidad, basada en emprendimientos de calidad. RedActivos lleva ocho años como proyecto de la ONG.
“Hacemos desde ensamblaje de juguetes hasta kits de control remoto para firmas de televisión digital o laboratorios”, describe el referente. Las personas con discapacidad se forman profesionalmente a partir de un trabajo conjunto con los talleres, que cuentan con personal técnico, un coordinador o terapista ocupacional, mientras que la Usina provee un equipo con diseñador industrial, terapista ocupacional y, de acuerdo a lo que requiera el emprendimiento, una persona de perfil más productivo.
La mirada que excluye
La fundadora de La Usina es Beatriz Pellizzari. Su rehabilitación tras de un grave accidente de tránsito le hizo vivir la experiencia de la discapacidad y la ayudó a decidirse a pensar cómo ayudar a quienes atraviesan esas situaciones con menos oportunidades que ella. Estudió para especializarse en discapacidad y gestión de organizaciones sociales, lanzó la ONG y luego relegó la presidencia.
¿Cuál es la mayor dificultad que afronta la organización en el camino hacia integrar a personas con discapacidad? En opinión de Lioy, la mayor complejidad sigue siendo la mirada de las personas hacia la discapacidad. El circulo de invisibilidad sobre las personas con discapacidad tiene mucho impacto, más en la persona que está pensando en incorporar trabajadores. Al mismo tiempo y por las mismas barreras, un joven con discapacidad no accede a una formación tan completa como sus pares sin discapacidad, reproduciendo el círculo vicioso.
Por eso el Programa Integral de Acompañamiento a Empresas (PIAE) es una estrategia mediante la cual La Usina se acerca a las empresas que buscan contratar personas con discapacidad y las acompaña en los ajustes organizacionales. “Hacemos un trabajo sobre el entorno en el cual la persona con discapacidad va a estar integrándose, de relacionamiento, de pequeños ajustes, de situaciones necesarias para que la discapacidad no se ponga por delante de las capacidades laborales de esa persona”, aporta el presidente de La Usina.
Por su parte, Gota -la otra parte del esquema de la Usina- es una agencia de diseño, cuya particularidad es que en su equipo creativo lo integran seis personas con discapacidad intelectual.
Ellos tienen una mirada lateral, trasversal de las cosas, de modo que enfoques que para las personas sin discapacidad intelectual parecen poco comunes, pensados dentro de un mecanismo de generación de ideas creativas es un material muy potente para crear ideas o diseños publicitarios”, sostiene.
Gota es una agencia de publicidad que hace desde diseños de productos para RedActivos, acciones de comunicación y estrategias de concientización, campañas sobre sensibilización frente a la discapacidad, adicciones, o una campaña de activación de un punto de venta para Navidad. “Al ser un grupo creativo integrado desde la diversidad, arriba a soluciones a las que no se llegaría de otra manera”, puntualiza Lioy.