Esta mañana, en la Catedral Castrense “Stella Maris”, ubicada en el barrio porteño de Retiro, tuvo lugar una ceremonia religiosa en memoria del personal fallecido de la Institución, víctimas del atentado al avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, ocurrido el 28 de agosto de 1975.

La celebración religiosa fue oficiada por el Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera y presidida por el Director Nacional, Comandante General Claudio Miguel Brilloni, acompañado por el Subdirector Nacional, Comandante General Aníbal Ariel Bronzetti y la Secretaria de Seguridad de la Nación, Magíster Alejandra Monteoliva.

Estuvieron presentes también los Directores Generales, Comandantes Generales, Directores de Campo, totalidad de Comandantes Mayores y de Suboficiales Mayores y Suboficiales distinguidos con revista en la Guarnición “Centinela”, presidentes de Mutuales, el Comandante Principal (R) Héctor Parola y el Suboficial Mayor (R) Washington Aurelio Zalazar.

Aquellos Centinelas, los Sargentos Ayudantes Pedro Francisco Yañez y Juan Esteban Riveros junto a los Cabos Raúl Remberto Cuello, Evaristo Francisco Gómez, Juan Argentino Luna y Marcelo Godoy víctimas del atentado terrorista contra el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina que transportaba a los efectivos de nuestra Institución.

A las 09.00 horas del día 28 de agosto de 1975, la aeronave despegó de la Base Aérea El Palomar, aterrizando en el Aeropuerto Benjamín Matienzo (Tucumán), a las 11.56 horas, llevando a bordo a 85 pasajeros de la Policía Federal Argentina. De inmediato, se procedió al embarque de 114 miembros de Gendarmería Nacional, pertenecientes al Equipo de Combate “San Juan”. La misión de ese día comprendería, además de ese vuelo de Tucumán a San Juan, otro traslado de La Rioja a Buenos Aires.

Los gendarmes estaban ansiosos por reunirse con sus familias. La tripulación, a su vez, cumplía con los últimos detalles de la partida. A las 13:05 horas, el avión Hércules C-130, comenzó su carrera de despegue y, tras recorrer 800 metros de la cabecera se produjo una explosión en la pista, estando ya en el aire. La aeronave se incendió parcialmente, y cayó sobre la pista. La explosión destruyó al avión en su totalidad y el rescate se tornó difícil debido a explosiones posteriores. Ese día, seis camaradas murieron.

Del mismo modo, se realizó una formación especial que tuvo lugar en la Plaza de Armas “Sargento Ayudante Miguel Romero”, de la Dirección de Logística, del Edificio Centinela, presidida por el señor Director Nacional, acompañado por el señor Subdirector Nacional.

Dando inicio a la ceremonia, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, seguidamente el Capellán Mayor de la Fuerza, Presbítero Jorge Alberto Massut, realizó una oración religiosa.

Para referirse al aniversario del atentado, hizo uso de la palabra el Comandante Mayor, Carlos Ramon Chamarez, seguido por un minuto de silencio en reconocimiento a nuestros camaradas caídos en cumplimiento del deber.

El acto finalizó con las palabras del Director Nacional Comandante General, Claudio Miguel Brilloni, quien enunció: "Los integrantes de nuestra Fuerza que en cumplimiento de la misión son capaces de hasta perder la vida para defender a la Patria tal cual reza nuestro juramento noble. Ese ataque cruel, cobarde de los subversivos en aquel 28 de agosto de 1975 se empalideció con el honor, la valentía y el coraje a los que nos tienen acostumbrados nuestros gendarmes desde el año 1938.
Por eso queremos rendir un sentido homenaje para recordarlos, a ellos, a los heridos, a quienes formaron parte de ese contingente que peleó contra los subversivos en Tucumán, a esa bravura y muchos de los sanjuaninos gendarmes que estuvieron presentes y dieron su vida y que es una demostración cabal de ese homenaje, de esa responsabilidad, de esa dedicación y de esa honestidad que debe caracterizar a todos y cada uno de nosotros".