"Borges y cine": un encuentro para homenajear al escritor
A 122 años del nacimiento de Jorge Luis Borges, en el Centro Cultural Kirchner se produjo un diálogo abierto entre María Kodama y el crítico de cine Pablo de Vita, para conocer en profundidad la relación entre la obra de Borges y el cine.
En el día del cumpleaños 122 de Jorge Luis Borges, el Centro Cultural Kirchner junto a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, presentaron un diálogo abierto entre María Kodama, presidenta de dicha entidad, y el crítico de cine y profesor, Pablo de Vita, sobre “Borges y el cine”.
“Borges y el cine es inagotable e inacabable como lo es la vida de Borges”, comenzó señalando de Vita, quien recorrió a lo largo de la charla las distintas incursiones del escritor argentino en el cine, tanto como espectador, guionista y hasta actor, hecho poco conocido pero que lo encontró participando de una película junto a María Kodama.
Borges, crítico de cine
“Tenemos un Borges crítico de cine que comenzó con la revista Sur, pero tampoco podemos omitir al Borges guionista, o al Borges documentado a partir de 1969, el Borges actor, una experiencia desconocida, el Borges personaje de la mano de Javier Torres, también de Tristán Bauer”, reseñó de Vita, quien agregó que “como actor aparece muchas veces en el cine sin que nos demos cuenta, lo tenemos por ejemplo en El nombre de la rosa, o incluso Mick Jagger, fanático de Borges, pidió en la película Performance aparecer leyendo a Borges”.
Sobre el rol de crítico, señaló: “era muy mordaz pero no odiaba el cine argentino, es una gran mentira, incluso se opuso al doblaje”. “La mirada de Borges en el cine era la mirada de la épica”, resaltó.
En cuanto al Borges espectador, el crítico se detuvo en 1954 cuando Borges va al cine y manifiesta que casi no ve nada, sin embargo abandonó las salas cinematográficas”.
Kodama, Borges y el cine
“Me encanta el cine, voy siempre que puedo con amigos”, comenzó expresando María Kodama. Luego compartió como fue su encuentro con Borges: “fue en la calle Florida, siempre quise enseñar pero era muy tímida, no tenía un volumen de voz alto, recuerdo que un amigo de mi padre me llevó a una conferencia de Borges y cuando vi a ese hombre que era muy tímido salí de ahí pensando que si ese señor puede, yo también iba a poder”.
Más tarde, cuenta Kodama, que se lo chocó por la calle Florida: “le dije que me gustaba la literatura y que iba a estudiar griego y ahí empezamos a estudiar juntos. Nos encontrábamos en distintos bares, la madre le decía que como yo era menor no me podía tener de bar en bar y le pidió que me llevara a su casa, yo creo que era para conocerme. Empezamos a estudiar anglosajón y después islandés”.
Kodama recordó una vez que fueron al cine con el escritor: “teníamos que ir a comer y le dije que yo iba al cine a ver una película sueca, al final fuimos y cuando salimos me dice 'María más o menos el argumento es este', yo pensé que me había mentido porque logró sacar el argumento de la película. Íbamos dos o tres veces por semana al cine, a ver los estrenos”, cuenta.
Borges protagonista
“En la película en la que actuamos, Borges subió una escalera y como estaba una ventana abierta, él se lastimó la cabeza y nos tentamos de la risa, fue una experiencia muy linda”, recuerda Kodama**.
Una de las películas que repetían siempre era Lawrence de Arabia. “A Borges le encantaba y la vimos muchas veces, me quedó grabada la mirada del actor... seis meses después de verla me di cuenta de que era celoso”, cuenta su compañera, quien recuerda, además, una situación en la que ella le dice: “si llegara a encontrar otra persona más fascinante que usted, antes de tomar un café, lo dejo. Pero era imposible que apareciera alguien tan fascinante y que pudiera entrar así en mi vida”.
Borges y el rock
Por María Kodama, Borges empezó a escuchar rock. “Yo escuchaba rock y escuchábamos juntos; cuando escuchó The Wall, de Pink Floyd, pidió que para su cumpleaños pasemos The Wall y así en todos sus cumpleaños”, señala Kodama.
Otra anécdota se remite a una oportunidad que se encuentran con Mick Jagger y éste se acerca a Borges, se arrodilla y le dice "maestro". Borges le pregunta quién es y al enterarse le dice que conocía su obra gracias a María.
“Debemos pensar a Borges no solo como un hombre de película sino también como un gran espectador ciego que reconstruyó las películas gracias al aporte de María”, sintetizó Pablo de Vita para cerrar el diálogo con Kodama y dar paso a la proyección del documental Borges, el eterno retorno, con dirección de Patricia Enis y Fernando Flores Maio.