Presidencia de la Nación

Efectos del tabaco en la economía


El consumo de tabaco daña la salud y genera enormes costos económicos a las personas, sus familias y la sociedad en su conjunto. Está asociado con reducciones de la productividad y con un impacto significativo en el gasto de bolsillo, factores que contribuyen a la pobreza de los individuos.

En Argentina, el 22,2% de las personas mayores de 18 años fuman. Esta práctica se extiende en todos los grupos y afecta en particular a los más vulnerables. Según la 4ta. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo la prevalencia de consumo de tabaco es mayor entre los más pobres, entre quienes alcanzan un nivel de instrucción primario completo y secundario incompleto, y entre las personas con cobertura de salud pública exclusiva. El consumo de tabaco en la población de entre los 18 y los 64 años supera el 20% en todos los grupos, y se concentra en particular entre los 25 y los 49 años.

El consumo de tabaco aumenta los costos sanitarios, reduce los ingresos y disminuye la productividad de toda la sociedad. El costo directo al sistema de salud debido al tabaquismo representa el 7,6% del gasto en salud de nuestro país. Además, existe un costo indirecto a causa de la enfermedad y muerte prematura de la población económicamente activa y el costo del tiempo que familiares y personas allegadas deben dedicar al cuidado de quienes enferman por el tabaquismo.

Una de las políticas más efectivas es el aumento de precios a través de los impuestos. Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), las mejores intervenciones para reducir el consumo de tabaco son aumentar los impuestos especiales y los precios aplicados a los productos de tabaco, aplicar una prohibición total de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco, eliminar la exposición al humo de tabaco ajeno en todos los lugares de trabajo interiores, lugares y transportes públicos y realizar campañas a gran escala a través de los medios de comunicación. Estas intervenciones proporcionan un excelente rendimiento: por cada dólar invertido el rendimiento esperado para el año 2030 asciende a 7,43 USD.

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