La discriminación a personas con discapacidad es la que mayor cantidad de denuncias ha tenido (20,2%) en el INADI entre los años 2008 y 2019. Por su parte, la vía pública aparece entre los principales ámbitos donde se experimenta esa discriminación. Por ello, el INADI realizó un informe sobre el derecho a la accesibilidad en el espacio público o de uso público, destacando pautas a tener en cuenta en el diseño de accesibilidad en plazas y parques, a fin de prevenir y evitar prácticas discriminatorias.

En los espacios públicos de plazas y parques existen problemas y barreras que debemos resolver para que sean de disfrute para todas las personas, sin distinción de edad ni condición de discapacidad. Escaleras, rampas y vados, los juegos infantiles, la señalización, la cartelería, los bebederos y senderos pueden constituir por su ausencia o diseño verdaderas barreras físicas y de comunicación.

Al diseñar plazas y parques accesibles prevalece el concepto de accesibilidad como una cualidad necesaria para que las personas con discapacidad puedan acceder y disfrutar, en igualdad de oportunidades, de todo lo que allí se ofrece. Esta necesidad se vuelve imperiosa teniendo en cuenta que ante el actual contexto de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DIASPO) por pandemia COVID-19 se aconseja realizar actividades al aire libre por presentar menos riesgo de contagio.

Sin embargo, las barreras en el diseño de los juegos, los servicios, los espacios verdes y los senderos no son los únicos obstáculos que dificultan el derecho a la recreación y socialización de las personas con discapacidad. Para permitir experiencias libres de discriminación en las plazas debemos promover también la valoración, el respeto y la empatía hacia la diversidad funcional de todas las personas, celebrando que las diferencias nos enriquecen.

A continuación compartimos el informe completo, junto con las pautas a tener en cuenta para garantizar la accesibilidad en plazas y parques públicos.