El cubista de La Plata
La Ciudad de La Plata cobijó a un artista plástico dinámico, disciplinado, de un arte que tiene estrecho vínculo con lo ciudadano, donde presta batalla a su lucha contra la anarquía, en donde la fundación de la Ciudad de las Diagonales funciona como infraestructura. Estamos hablando de Emilio Pettoruti, nacido en el año 1892 en la ciudad fundada por Dardo Rocha.
“Naturaleza muerta” de Emilio Pettoruti
Emilio Pettoruti consolidó su estudio del dibujo a la naturaleza, frecuentemente a través de modelos como consecuencia de las visitas que realizaba al Museo de Ciencias Naturales de La Plata. En sus producciones tomo muchas veces como modelo el “Desarrollado” de Brancusi, el Moisés de Michelangelo, en ese momento en el primer descanso de la escalera del Museo, lo mismo sucedió con los pájaros, piedras, minerales y piezas arqueológicas, y asimiló la perspectiva con Emilio Coutaret.
Emilio Pettoruti en su estudio en París (1955)
En su incursión por Europa como artista, práctico además del cuadro al óleo, la técnica del mosaico, el vitral, adoptando el rol de ayudante en forma gratuita en talleres de artesanos prestigiosos. Los vínculos que forjó en forma directa con Balla y Marinetti le dieron como resultado la representación abstracta del movimiento como prueban sus dibujos a carbón “Armonía y Movimiento” exhibidos en Florencia en 1914. Sus reiteradas exposiciones en el viejo mundo, el trato con Picasso y su amistad con Juan Gris fueron algunos de los contactos fueron decisivos para su formación y aggiornamiento en las corrientes de vanguardia.
Emilio Pettoruti en París (1965)
A modo de síntesis, en 1924 al regresar al país realiza una exposición en Witcomb, en donde hacía un racconto de sus once años de actividad artísticas, obras de la envergadura de “La Copas” en 1925, “los arlequines” en 1926, “los soles” en 1939; los paisajes europeos abstractos en 1954, son algunas de las obras que el artista platense aportó a la historia del arte argentino